Brenda Soledad Muñoz Medina
Egresada de Fonoaudiología
Campus El Llano Subercaseaux – Sede Santiago
¿Dónde estás trabajando y qué impacto tiene donde te desempeñas?
Actualmente me dedico a lo que es la condición de espectro autista, trabajo en varios lugares; como fonoaudióloga un colegio en la Región del Maipo; realizando evaluaciones en la Corporación Educacional de Buin, como analista de datos en un proyecto aplicado hacia los cuidadores de personas con neurodivergencia.
El impacto de mi trabajo es significativo, ya que hemos brindado ayuda a familias de escasos recursos del área social de jóvenes con neurodivergencia. Además, es fundamental trabajar en habilidades sociales para mejorar su desenvolvimiento en actividades diarias.
¿Qué te inspiró a estudiar fonoaudiología en la Universidad Autónoma de Chile?
Mi inspiración para estudiar fonoaudiología provino de mi experiencia personal con un sobrino sordo que asistía a una fonoaudióloga. Al conocer la carrera, me di cuenta de que quería dedicarme a esta área. Con el tiempo, mi interés se amplió hacia la neurodivergencia, y desde el primer día de trabajo he permanecido en este campo, sin considerar cambiar de área ni de carrera. La posibilidad de hacer una diferencia en la vida de los jóvenes me motiva cada día.
¿Cuáles fueron los aspectos más destacados de tu experiencia académica en la Universidad?
Los aspectos más destacados de mi experiencia académica fueron los profesores y el apoyo que recibí. Muchos de ellos no solo se enfocaban en la formación profesional, sino también en el desarrollo humano. Recuerdo especialmente a Macarena Krefft, una eminencia en autismo que me enseñó mucho y contribuyó a mi formación como profesional.
¿Cómo sientes que influyó haber estudiado en la Universidad Autónoma de Chile en el desempeño laboral actual, más allá de lo académico?
Estudiar en la Universidad Autónoma de Chile me proporcionó una formación integral que va más allá de lo académico. Me ayudó a desarrollar habilidades blandas y a tener mayor empatía. La formación se centraba en la parte humana, lo que me permitió ver a las personas no solo como diagnósticos, sino como individuos con familias y un equipo de apoyo. Este enfoque ha sido clave para crear un ambiente de confianza y colaboración en mi trabajo actual.
La fonoaudiología no solo impacta en el desarrollo de los jóvenes, sino que también tiene un efecto positivo en sus familias y en la comunidad. Mi experiencia en la Universidad Autónoma de Chile y mi trabajo actual son testimonio de la importancia de esta profesión en la vida de aquellos a quienes servimos.