Estudiantes pertenecientes a las carreras de Derecho e Ingeniería Civil Informática de nuestra Sede Santiago celebraron este importante hito académico, como lo fue la culminación de este programa interdisciplinario ofrecido por nuestra casa de estudios.
Para la ocasión, se entregó la certificación correspondiente a quienes finalizaron este interesante curso, nacido desde las facultades de Derecho e Ingeniería y que tuvo como propósito capacitar a nuestros alumnos en materias legales y de nuevas tecnologías emergentes.
“Los estudiantes recibieron una certificación intermedia que les da un plus respecto del título profesional y la licenciatura, y que los diferencia respecto de sus demás compañeros. Acredita que ellos tienen la capacidad de entender la intersección entre la tecnología de la Inteligencia Artificial y el Derecho y cómo regularla, utilizarla y conducirla de manera más efectiva hacia generar un beneficio más claro para la sociedad”, precisó el académico e investigador de nuestra casa de estudios, Dr. Francisco Bedecarratz.
Asimismo, el docente manifestó que “los estudiantes tienen una curva de aprendizaje bastante elevada, porque se enfrentan a conceptos que para ellos son nuevos. Probablemente, un estudiante de Derecho no sabe lo que es la programación, no tiene tan claro qué es el diseño de una aplicación y dentro del Minor se enfrenta por primera vez con estos conceptos que son más propios del ámbito de la Ingeniería”.
“Pero a medida que van aprendiendo y entendiendo estos temas, van alcanzado una formación que es sumamente importante y una competencia muy útil que es la interdisciplinariedad”, cerró el Dr. Bedecarratz.
Por su parte, los estudiantes también se mostraron más que conformes con lo aprendido. Así lo aseguró Ivonne Durán, egresada de la carrera de Derecho, quien expresó que “saber un poco más de tecnologías e Inteligencia Artificial me va a beneficiar, pensando en la competencia con otros abogados que pueden tener más experiencia que yo”.
Finalmente, la propia alumna del programa destacó la relevancia de haber tomado la opción de realizar un curso que no era de carácter obligatorio dentro de su malla curricular. “Me parece súper bueno. Este curso era opcional y varios de mis compañeros que no lo tomaron están arrepentidos de no haberlo hecho”, concluyó.