¿Tenemos datos confiables?
Para promover los procesos de desarrollo territorial es clave que las instituciones subnacionales como los GORE sean robustas; por su capacidad de gestión, la toma de decisiones relevantes, y proveer y garantizar un marco de reglas claras que permitan un clima proclive al desarrollo.
Para el Dr. Camilo Vial, investigador del Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible (IIDS) de la Universidad Autónoma de Chile, “estamos en un punto crítico: los GORE siguen siendo entidades que por diseño mantienen roles secundarios en la estructura del Estado”.
Una de sus principales debilidades es no disponer de información intrarregional robusta, periódica, sistemática y confiable para planificar o priorizar sus esfuerzos. “En Chile existe una grave carencia de información territorial, sobre todo socioeconómica a escala comunal desde el año 2011, cuando la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (CASEN) dejó de tener representatividad especialmente en localidades con altos niveles de ruralidad o sin centros urbanos significativos que, a su vez, suelen ser las zonas de mayor rezago”.
“Ello repercute -sostiene- en que parte importante de las decisiones y priorizaciones se realizan sobre datos parciales y/o de dudosa robustez, especialmente cuando se requieren métricas de perfil socioeconómico, y en la dificultad de hacer seguimiento de las medidas implementadas”.
Decisiones basadas en evidencia
La investigación IDEA I+D 2022 “Escalamiento del Índice de Desarrollo Regional (IDERE) como instrumento de gestión y políticas públicas a nivel territorial en Chile», ID22I10128, derivó en la creación del nuevo Índice de Desarrollo Intrarregional (IDI).
Se trata de un proyecto conjunto con la Universidad Austral de Chile en cooperación con el Gobierno Regional de La Araucanía, el Gobierno Regional de Biobío y la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo.
El IDI nace del IDERE de la Universidad Autónoma de Chile, liderado por el Dr. Camilo Vial y cuya primera edición fue publicada el 2016. “Es un instrumento con una apertura intrarregional para apoyar el diagnóstico y la gestión a nivel territorial, especialmente adaptado a La Araucanía y el Biobío. Mide el desarrollo de estas regiones de forma multidimensional a partir de las necesidades y especificidades de cada una. Se basa en una medida geométrica de índices normalizados con datos oficiales del Estado y de la captura de información realizada estrictamente para este propósito”.
De las 56 variables identificadas como relevantes para comprender el desarrollo intrarregional en las regiones seleccionadas, 31 son variables oficiales del Estado y que están con disponibilidad o apertura local; nueve son variables oficiales del Estado sin disponibilidad o apertura local y que, para ser consideradas, requirieron ciertos ajustes o adecuaciones, y 17 no están disponibles con la representatividad territorial requerida.