Mónica Barrientos, PhD y docente en la Universidad Autónoma de Chile, ha dejado una huella distintiva en la crítica literaria latinoamericana. Su enfoque en la obra de autoras contemporáneas, especialmente Diamela Eltit, se destaca por analizar resistencia, corporalidad y dinámicas comunitarias.

Con artículos como «Herida y resistencia en la obra de Diamela Eltit» y libros como «La pulsión comunitaria en la obra de Diamela Eltit», Barrientos ha demostrado su aguda capacidad analítica. Esta entrevista se sumerge en su reciente proyecto FONDECYT “El discurso encarnado: experiencias narrativas en la escena de escritura chilena de mujeres desde 1990 hasta el 2019″, donde busca explorar cómo se conecta con sus investigaciones anteriores y qué nuevos horizontes literarios busca desvelar. Desde sus logros previos hasta sus futuras exploraciones, descubriremos el fascinante mundo de la investigación literaria de Mónica Barrientos.

Cuéntanos acerca de tu proyecto de investigación y cómo surgió la idea.

El proyecto que estoy desarrollando se centra en la relación entre las escritoras chilenas y la configuración de identidades en el espacio literario. Surgió a raíz de un fondo de Iniciación que obtuve en 2017, originalmente enfocado en escritoras chilenas de la posdictadura. La idea cobró fuerza durante mi doctorado en la Universidad de Pittsburgh, y al regresar a Chile, me enteré de estos fondos, despertando mi interés.

¿Podrías proporcionar una visión general del proyecto y su alcance?

El proyecto, titulado «El discurso encarnado: experiencias narrativas en la escena de escritura chilena de mujeres desde 1990 hasta el 2019», busca destacar autoras que han abordado sus textos desde diversos formatos narrativos más allá de la novela convencional. Estas mujeres no sólo se limitan a la narración ficcional, sino que incorporan elementos históricos, cartas, mapas de viajes y autobiografías en sus obras.

¿Cómo seleccionaste a las autoras para tu investigación?

Las autoras seleccionadas comparten dos características fundamentales: son activistas y participan en movimientos como el 8M. Además, muchas de ellas escriben en la prensa sobre temas políticos y de arte. Este grupo forma una comunidad de intelectuales que va más allá de las disciplinas, colaborando y estableciendo relaciones significativas.

Háblanos sobre la metodología que estás utilizando en tu investigación.

Adopto un enfoque mixto e interdisciplinario, utilizando teorías literarias feministas, un análisis histórico-cultural y un enfoque comparativo entre dos periodos: 1990-2000 y 2000-2019, con el hito del estallido social y la pandemia en 2019.

¿Qué impacto esperas lograr con tu investigación a nivel local, nacional e internacional?

A nivel local, espero cambiar la perspectiva de los estudiantes en mis clases, fomentando una mirada más crítica y dialogante. A nivel nacional e internacional, la divulgación de estas autoras contribuirá a su reconocimiento y visibilidad, promoviendo la traducción de sus obras a diferentes idiomas.

¿Podrías destacar algún aspecto particular de tu investigación?

Uno de los aspectos destacados es el concepto de «narración activa», donde las autoras no sólo escriben, sino que generan una experiencia narrativa que involucra al lector de manera activa. También busco redefinir el concepto de «intelectual», resaltando el rol activista y público de estas autoras más allá de la escritura.

¿Cuál es la relevancia de visibilizar estas voces en la literatura y más allá?

La relevancia de entrever las voces femeninas en la literatura y más allá, radica en la creación de un panorama cultural más inclusivo y equitativo. Tradicionalmente, la literatura ha estado dominada por voces masculinas, lo que ha llevado a la subrepresentación de las experiencias y perspectivas femeninas. Al destacar y explorar las narrativas literarias de mujeres, se logra un acto de justicia histórica al reconocer la riqueza y diversidad de sus contribuciones al canon literario.

Además, visibilizar estas voces no solo enriquece la esfera literaria, sino que también tiene un impacto significativo en la sociedad en general. La literatura desempeña un papel crucial en la formación de la cultura y la percepción colectiva. Al ofrecer una gama más amplia de experiencias, se fomenta una comprensión más completa de la condición humana. Esto no solo beneficia a las lectoras y lectores al proporcionarles una variedad de perspectivas, sino que también contribuye a la construcción de una sociedad más justa y empática.

Asimismo, la visibilidad de estas voces tiene un efecto multiplicador, inspirando a nuevas generaciones de autoras y creadoras a compartir sus propias historias. Esto contribuye a romper los estereotipos de género y a empoderar a las mujeres para que participen activamente en la esfera literaria y, por extensión, en todas las áreas de la vida. En última instancia, la visibilización de las voces femeninas en la literatura se convierte en un catalizador para un cambio cultural más amplio, promoviendo la igualdad de género y construyendo un futuro más inclusivo.

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