Cuando hablamos con alguien por teléfono, notamos si está triste o emocionado por el tono de su voz. Lo que antes era solo una percepción subjetiva, ahora puede medirse de manera científica gracias a la tecnología. La investigadora Dra. Carla Figueroa, académica de la carrera de Fonoaudiología en la Universidad Autónoma de Chile en Temuco, ha desarrollado una plataforma denominada «Plataforma de Apoyo a la Detección y Seguimiento de Estudiantes con Riesgo Suicida», que permite detectar el riesgo suicida en adolescentes a partir de análisis de la voz y el habla.
El proyecto, que lleva siete años en desarrollo tiene como objetivo la prevención del suicidio en adolescentes mediante un sistema tecnológico que analiza parámetros acústicos del habla. «A través de grabaciones de voz, identificamos patrones específicos en estudiantes en riesgo y los comparamos con aquellos que no presentan indicios de riesgo suicida «, explica Figueroa. Esto permitiría la realización de screening masivos y prevenir casos antes de que sea demasiado tarde.
Para llevar adelante esta investigación, la académica ha conformado un equipo diverso de profesionales, incluyendo fonoaudiólogos, psicólogos, ingenieros electrónicos e informáticos. «Trabajamos con expertos de la Universidad Autónoma, la Universidad de La Frontera, la Universidad del País Vasco y de la Universidad Católica del Maule «, comenta la investigadora.
El respaldo financiero ha sido clave en el crecimiento del proyecto. «Iniciamos con pequeños fondos universitarios y con el tiempo logramos adjudicarnos un Fondef, lo que nos permitió expandir nuestra investigación», agrega.
La importancia de la detección temprana
El suicidio es un problema de salud pública que afecta a miles de personas en el mundo. Según datos del Ministerio de Salud publicados en la guía de recomendaciones para la prevención de la conducta suicida en establecimientos educacionales en Chile, de 2019, la tasa de suicidio ha mostrado un preocupante aumento en la última década, con cifras que indican que aproximadamente 10 de cada 100.000 habitantes se quitan la vida cada año. La Región de La Araucanía, en particular, presenta una de las tasas más altas de suicidio en el país, con un incremento significativo en adolescentes y jóvenes menores de 15 años. Según el Observatorio de Salud Mental del Ministerio de Salud, las consultas de urgencia por ideación o intento suicida en menores han crecido en más de un 100% en los últimos años, lo que subraya la urgencia de implementar medidas efectivas de detección y prevención.
El sistema desarrollado por la Dra. Figueroa se basa en la identificación de patrones vocales asociados a trastornos de salud mental. «Las personas con depresión suelen hablar más lento, con una tonalidad más baja y con un uso de lenguaje menos expresivo. Nuestros algoritmos detectan estos cambios y clasifican los niveles de riesgo», explica.
La academia como motor de innovación y transformación social
Para la Dra. Figueroa, la investigación académica es una herramienta fundamental para generar cambios reales en la sociedad. «Para mí, lo más importante de la investigación es su aplicabilidad. No se trata solo de publicar estudios, sino de generar impacto en la comunidad», enfatiza.
El proyecto ha permitido que distintas instituciones educativas se sumen a la iniciativa, entre ellas colegios de la comuna de Temuco, donde se han realizado pruebas piloto con estudiantes.
“A nosotros nos motiva bastante y a mí personalmente el hecho de hacer investigación que se transfiera y esté a disposición de la comunidad educativa es un eje esencial. Durante toda mi trayectoria he sentido el apoyo de la Universidad, de la carrera, de la municipalidad, el apoyo de todas las puertas que se han golpeado», agrega Figueroa.
Próximos pasos: prueba en colegios y escalabilidad
Actualmente, la plataforma cuenta con una base de datos robusta y se encuentra en la fase de validación en entornos reales. «Llevaremos nuestra plataforma a colegios para que los equipos de convivencia escolar puedan usarla y detectar casos a tiempo», adelanta la investigadora.
El objetivo final es que esta herramienta se integre a los protocolos de salud mental en establecimientos educativos y contribuya a la reducción del suicidio en jóvenes. «Queremos que se convierta en un recurso accesible para todas las comunidades escolares», finaliza.