El cambio climático es hoy una de las problemáticas más urgentes y complejas. El aumento de las temperaturas globales, los cambios en los patrones de precipitación y el incremento en la frecuencia y severidad de fenómenos meteorológicos extremos están alterando de manera significativa los ecosistemas naturales alrededor de todo el planeta.

Estos cambios disruptivos pueden resultar en la pérdida de biodiversidad. “Los océanos están experimentando acidificación, los glaciares se están derritiendo y los diversos hábitats terrestres están cambiando, obligando a muchas especies a migrar o adaptarse rápidamente a las nuevas condiciones climáticas para sobrevivir”, explica el director del Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible (IIDS) de la Universidad Autónoma de Chile, Dr. Carlos Esse.

La alteración de los ciclos de vida de plantas y animales, como la polinización y las temporadas de reproducción, también está generando desequilibrios ecológicos.

Avances tecnológicos

Subraya que “los ecosistemas degradados -añade- también son más vulnerables a invasiones de especies no nativas y enfermedades. Además, esos cambios pueden tener efectos en cascada que ponen en riesgo la seguridad alimentaria, el abastecimiento de agua y la salud humana”.

Para evitar los daños potenciales del cambio climático, sostiene que “es esencial adoptar una estrategia que incluya la mitigación y adaptación. La mitigación se centra en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante el uso de energías renovables, la mejora de la eficiencia energética y la implementación de prácticas agrícolas sostenibles. La adaptación, por su parte, implica ajustar nuestras prácticas y políticas para minimizar los impactos, como la construcción de infraestructuras resilientes y la restauración de ecosistemas degradados”.

El director del IIDS recuerda que existen varios avances tecnológicos prometedores que pueden contribuir a mitigar el impacto del cambio climático. “Entre ellos se incluyen las tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CCS), que pueden reducir significativamente las emisiones industriales, y el desarrollo de energías renovables avanzadas, como la energía solar y eólica de próxima generación. Además, las técnicas de agricultura de precisión y soluciones basadas en la naturaleza, como la reforestación y restauración de humedales, están demostrando ser efectivas para mejorar la resiliencia de los ecosistemas”.

Educando en sostenibilidad

El Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible (IIDS) de la Universidad Autónoma de Chile está comprometido con la investigación y la educación en torno al cambio climático.

Actualmente, está llevando a cabo varios proyectos enfocados en la evaluación de los impactos climáticos en los ecosistemas hídricos a escala de cuencas a lo largo de todo Chile, y avanzando en el desarrollo de estrategias de mitigación y adaptación con énfasis en las problemáticas locales.

“Buscamos sensibilizar y capacitar a los estudiantes sobre la importancia de la sostenibilidad ambiental y las acciones necesarias para enfrentar el cambio climático”, asegura el Dr. Esse.

“El cambio climático es una amenaza seria para los ecosistemas naturales, pero con una combinación de investigación, innovación tecnológica y acción comunitaria, podemos reducir sus impactos y preservar nuestro planeta para las generaciones futuras. Nuestro Instituto se enorgullece de estar a la vanguardia en estos esfuerzos y continúa trabajando para desarrollar soluciones sostenibles que beneficien tanto a la humanidad como al medio ambiente”.

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