Los desafíos y problemas de la educación en Chile fue el nombre de la conferencia dictada por el economista, historiador y ex rector de la Universidad de Chile, Dr. Luis Riveros, quien – en el Aula Magna de la Universidad Autónoma de Chile en Talca- realizó un análisis crítico del panorama actual entorno a la Reforma impulsada por el ejecutivo.
Que existe la necesidad de realizar una reforma integral en los distintos niveles de educación en nuestro país, es algo que escuchamos hace décadas y aunque los intentos por mejorar el sistema educativo no han dado sus frutos, hoy somos testigos de una reforma que debería apuntar a cambios profundos en los distintos pisos del sistema. Hablamos de modificaciones relacionadas con contendidos, enfoques, formación de profesores y, en definitiva, todo lo vinculado con el diseño curricular de la educación pre- básica, básica y media.
No obstante, para Riveros los puntos antes mencionados están pendientes y deben ser abordados de manera cautelosa, con tiempo “una reforma en educación, tiene resultados a plazos relativamente largos y ese es el gran problema. Aunque pintemos las escuelas, le pongamos vidrios más bonitos y avancemos enormemente en cambios estéticos –cómo se ha hecho hasta ahora- no hay una transformación sustancial. Para lograrlo debemos esperar resultados cuyos efectos se verán en varios años y eso no les gusta a los políticos, cobrando mayor importancia las acciones que tienen estridencia medial; y menos, las que tienen que ver con cambios significativos”, planteó.
Haciendo alusión a la educación superior, el ex Rector de la U. de Chile, enfatizó sobre la urgencia de dibujar de nuevo las reglas del sistema, teniendo en consideración el origen de éstas. “Recordemos que estamos hablando de los años ´80 donde veníamos saliendo de una crisis económica importante en la que había que “achicar” el Estado, por tanto, se comprimió el gasto fiscal traspasando las cosas al sector privado – casi como una medida contingente-, pero ya pasaron los años y deberíamos replantearnos esta situación”, aseguró.
Asimismo, se refirió al tema de la gratuidad y cómo este ítem afectaría a las universidades privadas. “Yo no le llamaría a esto Reforma Educacional, porque no hemos visto un cambio integral del sistema en sus reglas, institucionalidad y financiamiento. Aquí lo que hay es una propuesta sobre gratuidad, que en mi opinión es bastante deficiente, no sólo porque no tiene los recursos necesarios; sino que además, las reglas son muy discutibles y arbitrarias. Mi tesis es que aquí estamos discriminado a estudiantes pobres”, sentenció.
Para Riveros –de acuerdo a lo planteado por la Reforma- existirían pobres tipo A y pobres tipo B, los últimos no tendrían elegibilidad porque estudian en instituciones que de acuerdo a los criterios planteados no son elegibles. De cara a este escenario el académico hizo un llamado a los parlamentarios a revisar esta situación: “si queremos ayudar a los alumnos de menores ingresos, tenemos que poner reglas adecuadas para que los recursos sean destinados éstos. Pero no es aceptable imponer este tipo de reglas absolutamente arbitrarias en las que algunos sí y otros no pueden acceder al sistema educacional. Cómo es posible que la regla de cuatro años de acreditación se aplique solamente al sector privado, pero no a las universidades del Consejo de Rectores, donde hay instituciones públicas acreditadas por tres años que sí pueden acceder. Cosas como esas no se entienden ni las comparto”.
En este sentido, para el economista la solución podría ir por otro camino. “Yo habría preferido tener una cobertura del 30% más pobre, pero igualitariamente para todas las instituciones que funcionan adecuadamente”, propuso.
Para el Dr. Riveros el gran desafío de la educación en Chile tiene que ver con “cambiar la institucionalidad del sistema, cambiar las reglas para que favorezcan el desarrollo de las instituciones de calidad, pero teniendo clara conciencia de que este es un proceso pausado, no de un día para otro. Debemos darles a los jóvenes de Chile una educación de calidad, creo que los discursos y los anuncios, ya han perdido relevancia. Hay que trabajar más técnicamente y de manera seria las propuestas, más en aún en materia de educación”, concluyó.