Al involucrarse en proyectos de investigación, los estudiantes adquieren habilidades y competencias claves, como el pensamiento crítico, la capacidad de análisis, la resolución de problemas y la comunicación efectiva; enriqueciendo su aprendizaje y fomentando su desarrollo académico y profesional.
El Programa de Iniciación Científica de la Universidad Autónoma de Chile permite a sus estudiantes de pregrado vincularse a las actividades científicas de sus profesores. Es el caso de Antonia Castro, de quinto año de Química y Farmacia en la sede Santiago, que trabaja actualmente en la investigación “Nanomateriales sustentables y ecoamigables para la remediación de aguas contaminadas”, junto al profesor Dr. Juan Matos.
Además de aplicar en sus asignaturas los conocimientos y habilidades que ha desarrollado durante el programa, hoy la investigación es uno de los principales campos en los que espera desarrollarse profesionalmente.
Para el Vicerrector de Investigación y Doctorados, Dr. Iván Suazo, “en el contexto global y local se reconoce el papel estratégico de la educación superior tanto en la generación de información como en la formación de profesionales capaces de estudiar y aportar a la comprensión y solución de los problemas del entorno”.
Ello hace necesario “desde el pregrado diseñar e implementar programas que favorezcan la formación de habilidades para el desarrollo de actividades de investigación e innovación. Nuestro proyecto se basa en la convicción del rol que tiene la aproximación científica a la realidad y la mirada crítica del entorno en la formación de profesionales competentes y socialmente responsables”.
En términos de resultados de la actividad de investigación en la Universidad Autónoma de Chile, esta casa de estudios está entre las 10 instituciones de educación superior que más publican papers; es la cuarta en citaciones y la segunda en factor de impacto. Además, sólo durante el año 2022 se adjudicó más de $7.000 millones en fondos públicos.
Para el Vicerrector Suazo, la investigación universitaria tiene un impacto directo en la sociedad al abordar desafíos y problemas sociales, proporcionar información y asesoramiento basados en evidencia a los responsables de la toma de decisiones, y contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas.