cafeinaSi bien las evidencias científicas de los últimos 50 años apuntan a que el ejercicio físico de moderada intensidad produce efectos positivos en marcadores de salud, actualmente se sabe que estas adaptaciones ocurren a través de pequeños daños inducidos por el estrés físico.

Conocidos como “microtraumas”, estos daños están directamente relacionados con el aumento en la producción de especies reactivas de oxígeno (EROs) y mediadores inflamatorios, tales como las citoquinas, en el tejido muscular. Las EROs y las citoquinas actúan de manera sinérgica en la señalización de la regeneración muscular, aunque su producción descontrolada puede conllevar a efectos negativos en el deporte, tales como la fatiga y el dolor muscular. En deportistas, la fatiga y el aumento de la sensibilización al dolor ocurren principalmente en el tejido muscular, con las EROs facilitando la prolongación del cuadro inflamatorio modulado por las citoquinas.

Producto de ello, en las últimas tres décadas la búsqueda por moléculas que presenten capacidad antioxidante y antiinflamatoria ha sido importante en el campo de investigación de las Ciencias del deporte. Durante los últimos años, el Ph.D. Guilherme Bresciani –académico investigador de la Universidad Autónoma de Chile- se ha dedicado a entender el papel antioxidante y antiinflamatorio de moléculas de uso cotidiano, como la cafeína. “En nuestros estudios en modelo animal hemos encontrado que la cafeína es capaz de modular el metabolismo oxidativo-inflamatorio en tejidos importantes en la actividad física, tales como el cerebro, el hígado y el músculo esquelético”, explicó.

Estudios realizados en su estancia en la Universidad Federal de Santa Maria (UFSM, Brasil) indican que la cafeína puede presentar efectos adversos en el ejercicio físico, a través de la inhibición de algunas adaptaciones importantes del entrenamiento. “Una cosa es que te tomes un suplemento para determinada actividad, como un maratón; otra cosa es que te lo tomes a diario. Actualmente sabemos que las EROs y los mediadores inflamatorios que se producen durante el ejercicio físico cumplen importantes papeles en la adaptación al entrenamiento; inhibir su producción puede interferir en ese proceso”, agregó.

Según indica, este fenómeno puede ocurrir con otros fármacos consumidos por deportistas, tales como los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).

En esta línea, en colaboración con investigadores de la UFSM y del Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (IBIOMED, España) el Dr. Bresciani actualmente investiga el efecto de los AINEs en el ejercicio físico.

“En una competición del Comité Olímpico Internacional se ha registrado que más del 80% de los atletas consumen algún tipo de AINE”, afirma el investigador. “No obstante, actualmente queda mucho por saber sobre su papel en el deporte, aunque algunos estudios indican que puede interferir en las adaptaciones musculares al entrenamiento”, sostiene.

BrescianiCon relación a los AINEs, el Dr. Bresciani indica que el estudio en colaboración con la UFSM e IBIOMED ha indicado que éstos afectan una importante ruta inflamatoria inducida por el ejercicio, adelantando que “el manuscrito con los datos está actualmente en revisión. Ojalá pronto lo podamos compartir”.

Finalmente, en colaboración con la UFSM el Dr. Bresciani está conduciendo un estudio experimental con suplementación de creatina, conocido compuesto ergogénico con destacadas propiedades metabólicas durante el ejercicio. “Estudios indican que la creatina presenta, a parte de su conocido papel energético, efectos antioxidantes y antiinflamatorios combinados. Nuestra idea es ver cuál es el efecto de la suplementación de creatina en marcadores oxidativo-inflamatorios y su efecto en el metabolismo muscular de animales entrenados”, manifestó.

Guilherme Bresciani es licenciado en Educación Física por la Universidad Luterana do Brasil y Doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la Universidad de León, España. Ha realizado una estancia postdoctoral en Ciencias Biológicas: Bioquímica Toxicológica en la Universidad Federal de Santa María. Actualmente, es académico docente investigador de la Universidad Autónoma de Chile en Temuco.

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