El investigador de la Universidad Autónoma de Chile, Dr. en Historia, Raúl Sánchez Andaúr , planteó la importancia que, dada la cercanía con las celebraciones de Fiestas Patrias, se ponga en relieve el rescate de la historia local que permita a la región ir construyendo su propia “maulinidad”.
raúl sánchezEllo a propósito de lo que se celebra este 18 de septiembre, una fecha, dijo Sánchez, en que se constituyó la primera junta de Gobierno dadas las circunstancias que ocurrían en España con el rey Fernando VII preso por las fuerzas de Napoleón Bonaparte, pero que “fue un símbolo y no más que eso, porque pasó poco con esta junta, que además fue muy breve. En suma, el 18 de septiembre de 1810 simplemente se juntaron los vecinos de Santiago, la ciudad más importante del país, nombraron un gobernante interino y eso ha sido tomado, fundamentalmente por lo que llamamos la élite política, como el momento fundacional. Esencialmente lo que hay allí es una manifestación de la élite del país por autogobernarse, pero el hecho efectivo se produce después en Chacabuco en 1817 y Maipú en 1818, en donde el pueblo juega un rol fundamental”, señala el investigador.

Por eso, el académico precisa que hay una fecha más importante todavía, puesto que el 12 de febrero de 1818, en Talca, “efectivamente es cuando se celebra la independencia nacional, porque fue en ese momento cuando se firma el acta de proclamación de Independencia en donde ya definitivamente Chile rompe relaciones completas con España”, indica.

 

¿12 DE FEBRERO O 18 DE SEPTIEMBRE?

Sánchez valora los esfuerzos que se han desplegado localmente para recuperar el 12 de febrero como un hito importante en la historia de nuestra Nación y recuerda que los primeros años del Chile soberano la fiesta de la Independencia se celebró en esa fecha. “Yo diría que hasta 1830 más o menos se celebró el 12 de febrero, pero esta festividad fue cayendo en desuso porque para el grupo dirigente era una fiesta muy popular donde la figura central era O’Higgins, que había sido el gran libertador y que había entregado todo lo que tenía por la causa, lo que hacía que el pueblo lo sintiera como muy propio y generara que el grupo dirigente se sintiera postergado por un ‘huacho’, un hombre que nunca tuvo el beneplácito de la élite, algo que queda muy claro cuando luego de la muerte de O’Higgins en Perú, cuesta mucho repatriarlo”, dice el investigador.

El académico agrega que el cambio de fecha que sufrió la celebración patria no pudo evitar que el pueblo la hiciera suya. “Aunque al pueblo le fueron cambiando la fecha del 12 de febrero al 18 de septiembre, la fiesta siguió igual y se transformó en una festividad popular, solo que la aristocracia la arrinconó, llevándola a lugares más lejanos del centro para que la ciudad no se desordene porque hay que pensar que en esos años esa clase social bailaba la música de Europa o del Virreinato del Perú y se vestía acorde a eso, y el pueblo tenía su propia manera de celebrar con juegos y grandes borracheras”.

Si eso está presente hoy en nuestra celebración, Sánchez plantea que “lo esencial es que nosotros no sabemos ya lo que estamos celebrando. Se visualiza que, en general, la población no lo sabe y eso pasa desde mi punto de vista porque nuestra educación está en un dilema tremendamente fuerte que tiene que ver con asumir que la globalización viene de vuelta y hoy no se sabe cómo recuperar ese sentimiento de pertenencia que es tan importante como base para hacer cosas por la sociedad”, subraya.

 

MAULINIDAD

El académico de la Universidad Autónoma de Chile manifiesta que luego del terremoto, varios investigadores se dieron a la tarea de recuperar el patrimonio y la historia local y ponerla en valor. “Con Alejandro Morales empezamos a darle vuelta a este tema de la maulinidad y acuñamos ese concepto que hasta el día de hoy no está tan lleno. Y justamente lo que hemos ido haciendo es trabajar en ese rescate”.

Prueba de ello han sido publicaciones sobre los indígenas, sobre el famoso Talca, París y Londres, o sobre los trenes de la zona. “Sabemos que hay muchas cosas que se han perdido y que en la medida que el maulino, la gente de esta tierra, vea eso, lo valore, lo entienda o, por último, lo comparta, podríamos empezar a tener una mentalidad común. Cómo vamos a tener planes de desarrollo regional si ni siquiera sabemos ser región. Yo creo que puede haber una chilenidad maulina, pero eso necesita alimentarse con información y, por tanto, hay que hacer el trabajo poner valor lo que hemos sido capaces de hacer como región y que no se pierdan en el tiempo, como, por ejemplo, lo que hicieron los mauchos con los faluchos, algo gigantesco que hoy duerme el sueño de los justos, y además que ello sea enseñado en los colegios. Hoy es muy importante que volvamos a entender nuestra idiosincrasia local porque la globalización va para atrás. Por ejemplo, Reino Unido se está saliendo de la Unión Europea, Estados Unidos está poniendo barreras arancelarias, China también está en ese camino, entonces todos se están retrayendo y eso tiene un riesgo, que podríamos quedar en el aire, siendo un pueblo que no va a tener a quién venderle sus productos y, a su vez, no saber qué hacer con su propia gente”, concluye Sánchez.

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