La Dra. Noelia Escobedo, del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICB) y de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, lidera su segunda investigación Fondecyt Regular, financiada por ANID. En esta iniciativa uno de los temas centrales es la vasculatura linfática y cómo un defecto en ella puede conducir a patologías o estar asociado a ellas.

El nombre del proyecto es “Papel de la vasculatura linfática meníngea en el desarrollo de trastornos psiquiátricos y neuroinflamación desencadenada por la disbiosis asociada a la obesidad”, que tendrá una duración de 4 años.

La académica de la U. Autónoma y doctora en Ciencias Biológicas expresa su preocupación por la obesidad a nivel mundial, recordando que más de 2 mil millones de personas tenían sobrepeso u obesidad en 2022, destacando que esta condición incrementa el riesgo de diversas enfermedades patológicas, incluyendo cáncer, diabetes, neuroinflamación y trastornos psiquiátricos.

¿Cuál es el enfoque principal y cuál es el objetivo que se busca lograr en los cuatro años de desarrollo?

El objetivo principal es estudiar cómo la obesidad, específicamente la disbiosis (alteración en la estructura de la comunidad microbiana intestinal, que resulta anormal frente a lo que consideramos una microbiota sana y diversa) relacionada con la obesidad, puede afectar la vasculatura linfática en el sistema nervioso central, conocida como la vasculatura linfática meníngea. El propósito es comprender cómo estos cambios pueden desencadenar neuroinflamación y trastornos psiquiátricos.

¿Qué es la vasculatura linfática y cómo influye ella en el desarrollo y la progresión de la obesidad?

La vasculatura linfática (VL) es una red unidireccional de capilares y vasos linfáticos, capaz de mantener la homeostasis de líquidos y la vigilancia inmunológica, al drenar linfa y células inmunitarias del espacio extracelular del tejido y transportarlos por todo el cuerpo. Evidencia reciente mostró la presencia de VL en las meninges, llamada VL meníngea (VLm), con un papel esencial en el mantenimiento de la homeostasis cerebral.

En mi postdoctorado en Estados Unidos, trabajé en un modelo animal donde dañamos los vasos linfáticos, lo que resultó en que los animales se volvieran obesos con el tiempo. Demostramos que existe un tipo de obesidad que no depende solo de la falta de ejercicio o una alta ingesta calórica, si no de factores biológicos dentro de la vasculatura linfática. Además, posteriormente se descubrió que existen vasos linfáticos en el sistema nervioso central, específicamente en las meninges, lo cual tiene implicaciones significativas en la función cerebral y está relacionado con mi investigación actual sobre la conexión entre obesidad, disbiosis y trastornos neuropsiquiátricos.

¿Qué esperan lograr con este Fondecyt?

Nuestra propuesta actual busca entender cómo la vasculatura linfática en el sistema nervioso central se ve afectada por la obesidad. Nuestro objetivo principal es determinar si esta vasculatura sufre algún daño en presencia de la obesidad y, posteriormente, evaluar si este daño podría contribuir a un mal funcionamiento cerebral.

¿Cómo se presenta el mal funcionamiento de la vasculatura linfática?

Este mal funcionamiento podría manifestarse en daño cognitivo o en la aparición de trastornos neuropsiquiátricos. En este estudio utilizaremos dos modelos animales de obesidad. Uno de ellos implica proporcionar una dieta altamente calórica, conocida como el modelo de dieta rica en grasas. El segundo modelo implica una obesidad genética, utilizando ratones que carecen de una hormona llamada leptina. Estos ratones, conocidos como ratones Ob/Ob se vuelven obesos rápidamente, ya que carecen de la señal en el cerebro que les indica cuándo dejar de comer. Ambos modelos nos permitirán explorar los efectos de la obesidad en la vasculatura linfática del sistema nervioso central y su relación con el funcionamiento cerebral.

¿Cuáles son los objetivos por cada año que espera lograr?

Mi investigación se enfoca en tres objetivos clave. Primero, busco entender el papel de los vasos linfáticos meníngeos en el desarrollo de trastornos psiquiátricos y neurológicos en modelos animales con obesidad. En segundo lugar, estudiaremos la influencia de la microbiota intestinal en la función de estos vasos linfáticos, explorando su impacto en la neuroinflamación y el desarrollo neuropsiquiátrico en contextos de obesidad. Finalmente, estudiaremos los efectos de los probióticos en la función de los vasos linfáticos de las meninges, analizando su capacidad para mejorar la microbiota intestinal y la neuroinflamación y corregir posibles defectos observados en animales obesos. Estos objetivos se centran en comprender los mecanismos subyacentes a las conexiones entre obesidad y trastornos neuropsiquiátricos, brindando perspectivas valiosas para futuras intervenciones terapéuticas.

¿Cuál cree usted que será el aporte principal de este trabajo?

En cuanto a las aplicaciones clínicas o terapéuticas, aunque mi investigación se centra en la ciencia básica, creo que los resultados pueden tener implicaciones significativas en la comprensión de cómo la obesidad afecta la función cerebral y podría abrir nuevas perspectivas para intervenciones futuras en trastornos neuropsiquiátricos asociados con la obesidad. La comprensión de cómo la vasculatura linfática puede modular estos efectos también podría tener aplicaciones terapéuticas en el futuro.

En cuanto al impacto social de mi investigación, considero que podría ser significativo. Se ha observado que la obesidad puede afectar el estado psicológico y el humor de las personas, pero lo novedoso radica en explorar cómo esto podría repercutir en la vasculatura linfática. Actualmente, existen formas de modular la función linfática, y el impacto social de mi trabajo podría manifestarse en la posibilidad de ofrecer soluciones externas para estimular la función linfática y mejorar las consecuencias psicológicas asociadas a la obesidad.

Respecto a la formación de capital humano, aprovecho para hacer un llamado a estudiantes interesados, tanto de pregrado como de postgrado, a sumarse a nuestro equipo de investigación. La colaboración y la formación de nuevos talentos en regiones son fundamentales para avanzar en la ciencia, y estamos abiertos a recibir personas motivadas en nuestro laboratorio en la Universidad Autónoma de Chile en Talca.

¿Qué es lo que más le motiva de hacer ciencia en el país?

Lo que más me apasiona y motiva al trabajar en estos temas específicos y hacer ciencia en este país es la constante búsqueda de nuevos desafíos. La investigación es un campo que me fascina por su dinamismo, cada día enfrento retos diferentes. No es un trabajo monótono; implica lecturas constantes, estudios, participación en simposios y la oportunidad de escuchar diversas investigaciones. La emoción surge al cuestionarme: «¿Y si intento esto?», o «¿Qué sucede si cambio este enfoque?». Lo que encuentro realmente estimulante es la colaboración. La posibilidad de trabajar con personas que exploran ideas completamente distintas aporta perspectivas únicas. La diversidad de enfoques enriquece la investigación, ya que a veces, una idea o método de alguien fuera de mi campo resulta ser revelador. En resumen, me encanta la naturaleza dinámica y colaborativa de la investigación científica, así como la constante generación de ideas y experimentos que conducen a descubrimientos sorprendentes.

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