Un innovador estudio se sumerge en el análisis de la formación docente en historia desde tres perspectivas fundamentales de la didáctica crítica: humanización, pensamiento crítico y educación ciudadana. La investigación, liderada por la experta en educación, Dra. Belén Meneses, busca comprender los discursos transmitidos en la formación inicial de profesores de historia y ciencias sociales en Chile, además de la valoración que le otorgan los futuros docentes a estos tres ámbitos didácticos en el desarrollo de sus competencias pedagógicas.

La responsable del trabajo es Doctora en Educación con mención didáctica de las ciencias sociales y académica del área de Didáctica y Práctica de la carrera de Historia, Geografía y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chile. La Dra. Meneses lidera el proyecto Fondecyt de Postdoctorado cuyo nombre es “La formación del profesorado en humanización, pensamiento crítico y ciudadanía. Un estudio comparado de carreras de pedagogía de Historia y Ciencias Sociales en Chile”.

¿Cuáles serán las líneas de investigación en este proyecto?

El proyecto plantea dos preguntas fundamentales: ¿Cómo se orienta la formación inicial para humanizar la disciplina, fomentar el pensamiento crítico y educar para la ciudadanía? Y ¿cómo perciben y valoran estos aspectos el cuerpo académico y los estudiantes?

Este estudio aborda tres líneas de investigación emergentes de gran relevancia internacional, marcando un hito en la Formación Inicial Docente (FID) en Chile. Los resultados pretenden fortalecer aspectos clave en la preparación de futuros docentes, asegurando que sean capaces de otorgar sentido y relevancia a la enseñanza de la historia, impulsando a sus estudiantes a convertirse en agentes sociohistóricos con capacidad para transformar la realidad social.

¿Cuál será la metodología empleada en su investigación y cuál considera que es la relevancia de abordar estas líneas emergentes de la didáctica crítica en la formación del profesorado en Chile desde su perspectiva?

La metodología empleada es un estudio de casos comparativo, recolectando datos a través del análisis de programas de asignaturas de historia y didáctica, entrevistas a docentes, cuestionarios y focus groups aplicados a estudiantes de último año. Se prioriza un enfoque cualitativo, complementado con herramientas de análisis como los softwares Atlas-ti y R.

La relevancia de esta investigación radica en abordar tres líneas emergentes de la didáctica crítica que no han sido exploradas en el contexto de la formación inicial docente en Chile. El objetivo final es contribuir al fortalecimiento de las carreras formadoras y, en última instancia, formar docentes capaces de brindar una enseñanza significativa, fomentar la participación ciudadana activa y transformadora en sus estudiantes.

Respecto a los estudios previos en esta temática en Chile, ¿cómo evalúa el estado del arte que realizó para fundamentar su postulación? ¿En qué punto se encuentra el panorama de investigación en esta área en Chile?

Son pocos los estudios que se centran en la formación inicial docente en esta área específica, pero indudablemente ha habido avances, especialmente en educación para la ciudadanía, donde existen referentes a nivel nacional, como la Dra. Altamirano. También existen importantes estudios sobre la invisibilización de protagonistas históricos en la enseñanza de la historia, principalmente mujeres, pueblos indígenas y las infancias, demostrando que aún quedan desafíos importantes para entender que la historia la construyen todos y no solo una minoría dominante. Pero actualmente, la línea de humanización aún no ha sido indagada. No basta solo que estén presentes, sino que se debe enseñar el pasado y la realidad no pasa al margen de las personas, considerando la condición humana y reconociendo que tienen agencia en la transformación de la realidad. Son propuestas recientes donde se destacan a importantes didácticas catalanes como la Dra. Massip.

En cuanto al pensamiento crítico, hay estudios, especialmente porque este está incorporado en los estándares pedagógicos del Ministerio de Educación como una competencia transversal que se debería desarrollar en todas las asignaturas.

Sin embargo, el pensamiento crítico a menudo se entiende como una forma de leer la información de manera crítica. Desde la perspectiva de la didáctica crítica, el pensamiento crítico va más allá de la simple lectura de fuentes. Por ejemplo, en las investigaciones realizadas por colegas como el Dr. Godoy, se destaca que enseñar a pensar críticamente es enseñar a interpretar para actuar en el mundo de manera crítica. Se entiende que para desarrollar el pensamiento crítico no es suficiente que los profesores enseñen solo a leer la información, sino que debe lograr que sus estudiantes la adopten como una postura de vida que permite leer críticamente la información y actuar en concordancia con esa lectura para intervenir la realidad social. En el contexto de estudios previos en Chile, se ha explorado más en profundidad en el ámbito europeo, donde incluso se ha avanzado hacia la literalidad crítica.

¿Cuáles son los aportes o el impacto que espera alcanzar con este trabajo de investigación?

El impacto de esta investigación se percibirá en diversos niveles, abarcando tanto ámbitos académicos como locales y contribuyendo a mejorar la formación docente en el área de historia. Al unir las tres líneas de investigación que exploran la humanización de la enseñanza, el desarrollo del pensamiento crítico y la educación para la ciudadanía, pretendo crear un vínculo que hasta ahora ha sido abordado de manera separada. Este enfoque integral puede proporcionar una comprensión más completa y efectiva de cómo estas dimensiones se entrelazan y se potencian mutuamente.

En el ámbito académico, la investigación aspira a convertirse en un referente internacional en el campo de la formación inicial docente, ofreciendo un modelo que integre estas tres perspectivas. La idea es destacar que un profesor humanizado no solo debe desarrollar el pensamiento crítico, sino también estar orientado hacia la educación ciudadana. Al consolidar estas ideas, se espera contribuir al avance del conocimiento en la disciplina y fomentar una formación más efectiva de futuros docentes.

A nivel local, los resultados se devolverán a los centros de formación inicial docente
para su análisis. Este proceso permitirá reconocer debilidades y fortalezas en los programas de estudio, discursos pedagógicos y prácticas de enseñanza que las carreras de pedagogía en historia y ciencias sociales podrían considerar para mejorar las actualizaciones curriculares y los enfoques desde donde se posicionan para enseñar los futuros docentes a enseñar historia y ciencias sociales desde perspectivas críticas.

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