“Estereotipos, emociones y conductas hacia grupos minoritarios desaventajados en Chile: Relaciones transversales y longitudinales”, es el nombre del proyecto Fondecyt de Iniciación que lidera la Dra. Camila Salazar, del Departamento de Análisis de Datos de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de Chile.

En esta entrevista, la investigadora explica los detalles de su proyecto, que evaluará conjuntamente a 15 grupos identificados como los más desaventajados y discriminados por la sociedad chilena.

Dra Salazar, ¿Cuáles son los grupos minoritarios desaventajados que se estudiarán?

Si bien existen diversos grupos desaventajados, tales como los pueblos originarios, miembros de la diversidad sexo-genérica, migrantes, personas mayores, con discapacidad, en esta investigación, el foco es poder identificar cuáles son aquellos que las personas de la sociedad chilena señalan como los más desaventajados y poder evaluarlos conjuntamente según las percepciones estereotípicas que se poseen de ellos.

¿Qué es lo novedoso de esta investigación?

A diferencia de otros estudios desarrollados en Chile en los cuales se han evaluado las percepciones hacia distintos grupos desaventajados, en esta investigación se evaluarán conjuntamente a 15 grupos, que los mismos participantes identificarán como los más desaventajados y discriminados por la sociedad chilena. Esta evaluación conjunta permitirá generar un marco común para comprender de una manera integral aquellas percepciones que comparten ciertos grupos y aquellas que las diferencian, esto a partir de la generación de perfiles estereotípicos. Aún más, se evaluará la relación de estos perfiles con las emociones que generan estos grupos y la intención y conducta efectiva de contacto y de realización de acciones colectivas para mejorar las condiciones de estos grupos.

¿Qué instrumentos se utilizarán para levantar la información?

Inicialmente, se diseñará una herramienta para permitir a los participantes señalar aquellos grupos que perciben como más discriminados dentro de la sociedad chilena. Posteriormente, se realizarán encuestas en línea, empleando instrumentos psicométricamente adaptados a la población chilena, con el objetivo de que los participantes evalúen tanto los estereotipos como las emociones asociadas a cada uno de los grupos identificados anteriormente. Para concluir, se solicitará a los participantes que expresen su nivel de disposición y, tras un período de tres meses, reporten sus acciones concretas de interacción con miembros de estos colectivos, así como su participación en iniciativas colectivas destinadas a mejorar las condiciones de vida de estos grupos desfavorecidos.

¿Cuál es el enfoque de esta investigación y con qué grupo en específico trabajará?

El foco de este proyecto Fondecyt es identificar estereotipos, que refieren a aquellas creencias compartidas por la sociedad chilena sobre los atributos que caracterizan a grupos desaventajados y discriminados que, además, serán previamente identificados por los mismos participantes. Posteriormente, el proyecto busca crear perfiles estereotípicos a partir de aquellos atributos compartidos y diferenciadores y así comprender cómo se relacionan con las emociones que estos grupos suscitan, así como con las intenciones y acciones concretas de contacto y apoyo colectivo hacia ellos. Los participantes de este estudio serán ciudadanos chilenos, con edades comprendidas entre los 18 y 70 años.

¿Cómo se realizará el estudio?

La metodología de este estudio se centra en la aplicación de encuestas en línea, seleccionadas específicamente para abarcar un amplio segmento de la población y capturar con precisión las percepciones de la sociedad chilena respecto a los grupos desaventajados. El estudio se llevará a cabo en un período de tres años. Durante el primer año, se implementan encuestas para que los participantes identifiquen de forma espontánea a los grupos minoritarios que perciben como desaventajados. Además, se dedicará esfuerzo a la construcción y adaptación de los instrumentos que se utilizarán en las fases subsiguientes del estudio.

Durante el segundo año, se procederá a examinar los estereotipos vinculados, las emociones que suscitan y las intenciones de los encuestados de interactuar directamente con ellos o de participar en acciones colectivas en su apoyo.

Por último, se re-invitará a los participantes del segundo año para, en un marco longitudinal, investigar si sus intenciones iniciales se han convertido en acciones efectivas de interacción y apoyo hacia estos grupos minoritarios.

Este enfoque progresivo no solo facilita la comprensión de las percepciones actuales, sino que también permite monitorear cómo evoluciona el compromiso y la participación activa de la sociedad en pos de mejorar las condiciones de vida de los grupos en desventaja y promover acciones que promuevan el cambio social y sociedades más justas, inclusivas y equitativas.

¿Cuál cree usted que es el impacto que puede tener un estudio en estas temáticas?

Aunque este proyecto posee una relevancia tanto teórica como metodológica, su impacto más significativo se espera que sea a nivel práctico. Se anticipa que un estudio con estas características y temáticas proporcione una base sólida para el desarrollo de estrategias tanto gubernamentales como regionales, orientadas a promover una sociedad más inclusiva y equitativa. Este estudio tiene el objetivo de aportar evidencia objetiva y datos que permitan sensibilizar sobre las percepciones predominantes en la sociedad chilena respecto a los grupos minoritarios desaventajados, contribuyendo así a una mayor conciencia social sobre estos grupos y cómo focalizar los esfuerzos para mejorar sus condiciones.

¿Qué es lo que más la motiva de trabajar en esta línea de investigación?

Lo que verdaderamente me apasiona de investigar estos temas es la oportunidad de contribuir a la prevención de situaciones extremas de violencia y discriminación entre diversos grupos. Vivimos en un mundo marcado por tensiones y conflictos, donde las diferencias entre personas de distintos grupos se manifiestan tanto en el ámbito internacional como nacional. Creo firmemente que, comprendiendo cómo la sociedad chilena ve a los grupos desaventajados, las emociones que estos despiertan y la voluntad de actuar en su favor, podemos desarrollar estrategias específicas que mejoren sustancialmente sus condiciones, acercándonos así a una sociedad más inclusiva, justa y equitativa.

Me motiva profundamente explorar nuestras interacciones con aquellas personas que por pertenecer a un grupo, usualmente de tamaño reducido, de bajo estatus y expuestos a distintas formas de rechazo social, enfrentan riesgos de ser deshumanizados y sufrir violencia. Este entendimiento es clave para prevenir dichas situaciones extremas y fomentar una convivencia más armónica que promueva la inclusión social. Así, los insumos que se obtengan de este proyecto podrán ser utilizados como insumos para la elaboración y diseño de políticas públicas enfocadas a sensibilizar acerca de la importancia de apoyar a estos grupos desaventajados y cómo sus acciones pueden marcar la diferencia.

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