Carlos Esse, académico de la Universidad Autónoma de Chile y Doctor en Ciencias Forestales, lidera una investigación que analizará los efectos del cambio climático en bosques riparios y arroyos de nuestro país, con el objetivo de comprender la integridad ecológica de las cuencas hidrográficas.

Este proyecto de investigación que se adjudicó el Fondecyt 2024 se titula “Análisis multidimensional de la interacción entre cambio climático y biomasa en bosques riparios: hacia una mejor comprensión de la integridad ecológica en cuencas”, y se centrará en la captura de carbono, la producción de biomasa, la calidad del agua y la regulación de ecosistemas acuáticos, empleando enfoques multidisciplinarios y herramientas tecnológicas avanzadas, buscando proporcionar una comprensión holística de la integridad ecológica de los ecosistemas de cuencas hidrográficas.

El Dr. Esse es además parte del Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible (IIDS) de la Universidad Autónoma, institución que está cultivando una línea de investigación asociada al cambio climático y los efectos que genera sobre los ecosistemas naturales, especialmente en las unidades geográficas de estudio, que son las cuencas hidrográficas.

En esta entrevista, conoceremos un poco más de los pasos y objetivos de esta investigación Fondecyt:

¿Qué zonas en específico del país serán estudiadas en este proyecto?

El estudio se llevará a cabo en diversas zonas climáticas de Chile, considerando la variación latitudinal en la composición de especies y su influencia en la productividad y diversidad vegetal. Además, se analizará el impacto de las variaciones climáticas en la productividad biológica y la composición de la materia orgánica aportada por los bosques riparios, así como su influencia en la calidad del agua en ríos de bajo orden. Se evaluarán los efectos de la estacionalidad y las condiciones climáticas en la cantidad y calidad de la materia orgánica aportada a ríos y arroyos cercanos.

¿Cuál es el enfoque novedoso de la investigación?

La novedad científica de esta propuesta radica en su enfoque integrado, combinando diferentes disciplinas y herramientas tecnológicas avanzadas. Se utilizarán modelos climáticos de alta resolución para simular escenarios futuros y proyectar cambios en los patrones de precipitación y temperatura, proporcionando información crucial para comprender los posibles efectos del cambio climático en los ecosistemas acuáticos y la biodiversidad. Se llevará a cabo una extensa recopilación de datos en el campo, incluyendo mediciones hidrológicas, muestreo de agua y análisis de calidad, para calibrar y validar los modelos utilizados. La colaboración interdisciplinaria de expertos en diversas ramas científicas garantizará un examen exhaustivo de los efectos del cambio climático.

¿Qué ríos o zonas serán parte del estudio y cuáles son los hitos por año de proyecto?

Nuestro enfoque inicial implica una prospección de cuencas, desde el río Loa hasta la cuenca del río Simpson en el sur. En el primer año del proyecto, nos centraremos en la selección de las cuencas para los estudios, considerando las especies deseadas y llevaremos a cabo los primeros estudios de captura de carbono. Este será el inicio de una investigación de cuatro años, durante la cual profundizaremos en la capacidad de captura de nuestros bosques ribereños y proyectaremos la descomposición de carbono orgánico y materia orgánica bajo distintos escenarios de cambio climático.

¿Cuál es el impacto país que podría tener esta investigación?

A mediano plazo, considero que los resultados de este proyecto pueden contribuir significativamente a la generación de políticas y estrategias a nivel nacional para la gestión sostenible de cuencas hidrográficas. La información detallada sobre la captura de carbono y los flujos de materia orgánica en bosques ribereños bajo diferentes condiciones climáticas y usos del suelo puede influir en la formulación de normativas ambientales y estrategias de conservación.

A largo plazo, este conocimiento puede tener un impacto aún más significativo a nivel nacional, ya que las cuencas hidrográficas son fundamentales para la provisión de servicios ecosistémicos esenciales, como la regulación del agua y la conservación de la biodiversidad. La información generada por este proyecto puede ser clave para el diseño de políticas y prácticas de manejo que promuevan la resiliencia de los ecosistemas frente al cambio climático y ayuden a garantizar la sostenibilidad de los recursos hídricos a largo plazo.

¿Cómo ha avanzado la comprensión y valoración de los servicios ecosistémicos fuera de la academia?

En cuanto a la comprensión del concepto de servicios ecosistémicos del bosque nativo en la sociedad, ha habido un cambio perceptible en la última década. Inicialmente, al abordar esta temática, nos enfrentamos a la falta de conciencia sobre los efectos negativos del cambio climático, especialmente en áreas urbanas donde los servicios básicos están más consolidados. Sin embargo, la perspectiva es diferente en los territorios rurales y entre los actores locales. A lo largo del tiempo, hemos observado una mayor comprensión de las comunidades locales sobre cómo el cambio climático afecta la producción de bienes y servicios, es decir, los servicios ecosistémicos. Esta evolución es más notoria entre las personas que viven en zonas rurales, donde el impacto del cambio climático es más directo y tangible.

¿Por qué es motivante para usted investigar sobre estos temas?

Para mí, es altamente motivador trabajar con comunidades y actores territoriales, ya que creo firmemente que las investigaciones, por más fascinantes que sean, deben generar un impacto tangible en las áreas donde se desarrollan. Considero que una investigación, por más académica y rigurosa que sea, resulta incompleta si no logra influir de manera positiva en la conciencia y la realidad de las personas en esos territorios. Buscamos no solo realizar un trabajo académico valioso, sino también crear conciencia sobre la importancia de los diferentes ecosistemas.

Es relevante recordar que la relación entre el bosque y el agua es un tema que ha sido discutido en Chile durante más de 100 años. Desde la llegada de Federico Albert en 1904 desde Alemania, hemos estado reflexionando sobre la importancia de estos ecosistemas. Esta prolongada discusión subraya la necesidad continua de desarrollar y trabajar en este tema, promoviendo una conciencia social más profunda sobre la importancia de mantener vigorosos y funcionales estos ecosistemas.

Compartir en