Más y mejores campos clínicos para la formación académica de sus estudiantes tiene hoy la carrera de Fonoaudiología de la Universidad Autónoma de Chile, según indicó su directora en Santiago, magíster Miryam Mora, contribuyendo así a desarrollar destrezas y habilidades prácticas de esa profesión.
“Hemos hecho un análisis profundo para responder a las necesidades actuales de la disciplina, tanto en la infraestructura como en la docencia clínica para que reciban a nuestros alumnos desde el segundo año de carrera», señaló.

Investidura Fonoaudiología SantiagoEntre ellos, destacan la Corporación de Discapacidad de Cerrillos, el Hospital El Peral de Puente Alto y la fundación Pequeño Cottolengo que brinda atención integral a cerca de 500 personas de diferentes edades con discapacidades múltiples.

A ellos se suman numerosas escuelas de lenguaje y centros de audición, siempre bajo una permanente supervisión docente.

En la asignatura Clínica I, correspondiente a segundo año, los alumnos “observan el trabajo de los fonoaudiólogos. En tercero y cuarto ya comienzan a evaluar a los usuarios, para finalizar con el internado en el que llevan a cabo funciones propias del profesional”.

“De esa manera -explicó Mora- “los estudiantes contextualizan los saberes que han adquirido en las aulas y laboratorios, para transformarlos en ‘hacer’”.

Tras su emotiva ceremonia de investidura, junto a más de 200 estudiantes de la Universidad Autónoma de Chile en Santiago, Constanza Durán precisó que las prácticas clínicas “me han gustado mucho, porque han sido muy variadas y han reafirmado mi convicción de ser fonoaudióloga”.

Alumna investidura Fonoaudiología SantiagoSu primera experiencia en terreno fue en un establecimiento educacional que implementa un Programa de Integración Escolar (PIE). “Íbamos principalmente a observar, pero mi tutor fue muy bueno y nos hizo avanzar un poco más, aplicando entrevistas e instrumentos de evaluación”.

Luego pasó a un centro de discapacidad para adultos “en que ya pudimos comenzar a evaluar y diagnosticar a los usuarios”. Sostuvo que, cursando tercer año, “ya he visto distintas áreas del quehacer fonoaudiológico”.

Durán se proyecta al futuro ejerciendo en el sur del país, pues aseguró que en esa zona “existen muchas necesidades de especialistas en Salud, sobre todo en zonas rurales y en la población adulta, que es la razón por la que ingresé a esta carrera”.

El fonoaudiólogo formado en esta casa de estudios superiores posee los conocimientos y competencias para promover, prevenir, evaluar, diagnosticar e intervenir aspectos de la comunicación humana en voz, habla, lenguaje y audición, así como deglución, motricidad orofacial y equilibrio a lo largo de todo el ciclo vital, favoreciendo y mejorando la calidad de vida de forma integral.

Su formación académica le permite desenvolverse y desarrollarse en servicios de salud e instituciones educacionales públicas y privadas, ejercicio libre de la profesión y en los distintos ámbitos de la disciplina, con solvencia ética y búsqueda continua de su desarrollo profesional.

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