Representantes de al menos 20 centros de salud de toda la región y estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Salud asistieron a la “I Jornada Regional en el Uso Racional de Antimicrobianos”, actividad coordinada por la Seremi de Salud Araucanía, en la Universidad Autónoma de Chile.

La instancia convocó a profesionales médicos, químicos farmacéuticos y tecnólogos médicos de los Programa de Optimización del Uso de Antimicrobianos (PROA) de establecimientos hospitalarios de salud públicos y privados de La Araucanía, con el objetivo de fortalecer la concientización y la formación respecto a la resistencia a estos medicamentos y, de esta manera, lograr cambios respecto al uso y prescripción de antimicrobianos en la población general.

Marcela Chávez, directora académica de la Universidad Autónoma de Chile, destacó “esta jornada es importante pues reúne a varias universidades de la región y el liderazgo de la Seremi de Salud es fundamental para consolidar y concretar este trabajo de regulación y uso de estos medicamentos, y posterior educación a la población”.

 De acuerdo con las proyecciones de la Organización Mundial de la Salud, se estima que en el año 2050 los problemas terapéuticos asociados a la resistencia a los antimicrobianos serán la primera causa de muerte en el mundo.

Respecto a la jornada, el Seremi de Salud, Andrés Cuyul, resaltó “este es un trabajo intersectorial y progresivo que se ha venido desarrollando para avanzar en estos programas de optimización en hospitales y centros de salud de alta, mediana y baja complejidad de nuestra región”.

Problema Desafiante

La resistencia a los antimicrobianos se produce cuando los microorganismos -sean bacterias, virus, hongos y/o parásitos- cambian a lo largo del tiempo y dejan de responder a los medicamentos lo que hace más difícil el tratamiento de las infecciones e incrementa el riesgo de propagación de enfermedades, de aparición de formas graves de enfermedades y de muerte. Por ende, se establece como una de las principales amenazas más desafiantes para la Salud Pública.

La Organización Mundial de la Salud estima que, a causa de la resistencia, cada año mueren 700.000 personas y que para el año 2050 se prevé que esto aumentará a 10 millones de vidas perdidas anualmente.

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