Con el objetivo de estimar el efecto que tuvo el teletrabajo en el bienestar de los chilenos, el pasado 16 de julio se publicó el artículo “Gender and well-being disparities among people who work from home in Chile”, en la prestigiosa revista Journal of Happiness Studies. Sus autores, el Dr. Rodrigo Montero, decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma, y Natalia Bernal, economista y académica de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello, estudiaron el bienestar en criterios como la satisfacción con la vida, la satisfacción laboral y los problemas de salud mental.
Para llevar a cabo esta investigación se utilizaron datos de la Encuesta de Bienestar Social (2021), que fue administrada por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia durante la pandemia. La encuesta, con representación a nivel nacional, fue aplicada durante el primer semestre del 2021 a un subgrupo de hogares de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN), donde se encuestó a trabajadores ocupados de entre 18 y 65 años de edad.
“La encuesta se organizó en 12 módulos y recogió información de caracterización de los hogares, bienestar subjetivo, educación, trabajo, ingresos, conciliación, relaciones sociales, compromiso cívico y gobernanza, salud, vivienda, calidad ambiental y seguridad física”, detalló el Dr. Rodrigo Montero, quien también explicó que la encuesta es muy novedosa, puesto que “a diferencia de otras, como la encuesta CASEN, pone el foco en lo que tiene que ver con indicadores de bienestar subjetivo de la población”.
En cuanto a los hallazgos de esta investigación, el investigador explica que el estudió reveló que las mujeres que teletrabajan desde casa están más satisfechas con su vida. Además, tanto hombres como mujeres que teletrabajan están más satisfechos con su trabajo. Por otro lado, se observó que el teletrabajo aumentó los problemas de salud mental en el caso de los hombres.
“Es posible constatar que el teletrabajo tiene un efecto positivo sobre la satisfacción con el trabajo para quienes tienen hijos de entre 6 y 17 años. Lo mismo se aprecia en hogares donde no hay hacinamiento, y también para personas con pareja. Para las mujeres casadas se observa que el teletrabajo reduce los problemas de salud mental; sin embargo, en el caso de las mujeres solteras el teletrabajo aumenta los problemas de salud mental. Cabe señalar que los resultados encontrados representan un límite inferior, ya que la población se encontraba en una situación muy compleja a consecuencia de la pandemia provocada por el Covid-19, lo que eventualmente podría sesgar las estimaciones a la baja”, dice el Dr. Rodrigo Montero.
Asimismo, al preguntarle al investigador qué factores pueden ayudar a tener mejores condiciones de teletrabajo en Chile, explica: “Lo que nosotros mostramos es que las condiciones de habitabilidad de la vivienda son relevantes al momento de determinar si es que el teletrabajo puede impulsar o no el bienestar subjetivo. Por ejemplo, si se trata de viviendas pequeñas, con pocas habitaciones, con pocas condiciones de infraestructura, eso hará muy difícil que el teletrabajo sea una alternativa viable y positiva para los trabajadores. Por otro lado, la estructura familiar también es relevante: si se trata de una familia numerosa, en donde se perciben altos grados de hacinamiento, será muy difícil que el teletrabajo se transforme en una experiencia enriquecedora desde el punto de vista subjetivo (…) Nuestras estimaciones apuntan a que el teletrabajo en presencia de hijos (mayores de 5 años) fomenta el bienestar subjetivo”.
Para cerrar, Natalia Bernal, coautora del artículo, valoró el vínculo entre salud mental y teletrabajo: “Fomenta el trabajo en personas que tienen a su cargo por ejemplo el cuidado de niños pequeños, que en generalmente recae sobre la mujer, y en Chile tenemos muy bajas tasas de participación laboral femenina, por lo que seguir investigando en estos temas es fundamental para generar políticas públicas que favorezcan la inclusión y compatibilicen la labor de madre con la de trabajadora”.
De la misma manera, el decano de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma, valoró la noticia de que el Ministerio de Desarrollo Social y Familia terminó el segundo levantamiento de la Encuesta de Bienestar Social, que pronto debería ser liberada a los investigadores. “Estamos ansiosos de poder ver y tener acceso a esos resultados para ver de qué forma podemos extender este análisis, Y seguir profundizando en el complejo proceso de la formación de bienestar subjetivo de los individuos”, recalcó.