Acompañados por sus académicos y familiares más cercanos, más de un centenar de estudiantes de Nutrición y Dietética de la Universidad Autónoma de Chile fueron protagonistas de la investidura oficial de sus delantales, ceremonia que marca el inicio de las prácticas clínicas en diferentes centro de salud de la región Metropolitana.
La ceremonia fue encabezada por el Vicerrector de la sede Santiago, Francisco Baghetti; la Secretaria Académica de la Facultad de Ciencias de la Salud, Pamela Maureira; y la directora de carrera, Mónica Araya, quien en su intervención destacó la responsabilidad que deberán asumir los futuros profesionales.
“Nuestros conocimientos son armas para trabajar por una sociedad más justa, mas equitativa y sobre todo sana. Deben comenzar sus pasantías con una férrea vocación de servicio, especialmente con quienes necesitan nuestros servicios profesionales”.
Subrayó que “en sus manos está la salud, la vida de otros y las esperanzas de familias enteras. La salud de la sociedad recae sobre la responsabilidad de hacer bien el trabajo en todos los ámbitos”.
Recordó que el alto porcentaje de enfermedades crónicas relacionadas con los hábitos alimenticios, hace que la tarea de promover estilos de vida saludable sea más urgentes y complejo a la vez.
“Es importante actuar rápido -dijo Araya-, para intervenir y tomar medidas preventivas y que esas pequeñas acciones lleven a cambiar nuevamente la historia nutricional de nuestro país y en ello, ustedes son protagonistas”.
“Son los llamados a resignificar el rol de la profesión dentro de la comunidad y la pertenencia y ubicación de privilegio dentro del equipo de salud, en el contexto social que nos toca vivir”.
En su discurso de saludo, el alumno Nicolás Poblete sostuvo que “para mí es un honor compartir con ustedes y ver cómo se cultivan estas mentes no solo de conocimiento, sino de profesionalismo sensible y humano ante la persona desafortunada de oportunidades”.
Enfatizó que su motivación al cursar una carrera de la Salud es la “vocación hacia la comunidad, y es así como quiero ver a los futuros profesionales que tengo en frente. Que comprendan que una acción social es entregar alegría y salud a la gente que lo necesita”.
A su juicio, “el nutricionista se forja en ese perpetuo ir y venir de sí mismo hacia los demás, hacia sus pares, equidistante entre el conocimiento y las prácticas sensibles, sin la cual no se puede vivir y de la que la comunidad no puede desprenderse”.
Por su parte, el estudiante Eduardo Reyes agradeció el apoyo permanente de su familia y docentes, señalando que “el camino ha sido difícil, lleno de obstáculos, pero también de felicidad y momentos inolvidables”.
“Las clases nos han enseñado algo que nunca olvidaremos: la constancia, la perseverancia, la responsabilidad y la puntualidad”. “Empezamos a vivir la experiencia de ser nutricionistas, pero aún nos quedan etapas por terminar, donde finalmente cada uno tomará un rumbo distinto”.