Cuando el estudiante de Derecho de la Universidad Autónoma de Chile ha aprobado todas las asignaturas de segundo año, obtiene su certificado de Ius Postulandi. Con ese documento, está en condiciones de representar a terceros ante los Tribunales de Justicia bajo el patrocinio de un abogado habilitado para el ejercicio de la profesión.
Es el primer acercamiento al ejercicio de la profesión de abogado; un momento en que reafirman su vocación por la defensa de los intereses públicos y privados.
“Refleja un triunfo, un paso más en la formación de cada uno de ustedes como individuos” señaló el Decano de la Facultad de Derecho, Dr. Sebastián Bozzo al inaugurar la ceremonia de habilitación de casi un centenar de estudiantes de Santiago, a la que también asistieron sus familiares, docentes e investigadores.
“No se trata sólo de un logro académico, de un conjunto de notas que mecánicamente dan cuenta del rendimiento anual en cada curso. Es algo bastante más épico: el triunfo de una biografía, del conjunto de condiciones que lo hicieron posible para comenzar a utilizar las vestiduras de un abogado”.
Junto con resaltar las cualidades disciplinares y personales para un desempeño profesional ético, crítico y socialmente responsable -competencias definidas en su perfil de egreso-, subrayó el alcance de su actuación, no solo respecto de quienes serán sus representados sino de la sociedad en general.
“Tengo la convicción de que ejercerán su labor con ese compromiso”, precisó el Decano. “Busquen el éxito profesional, pero más importante aún, pongan su talento al servicio de causas nobles, aquellas por las cuales vale la pena vivir y dejen un espacio grande para servir al país”.
En la ceremonia estuvieron presentes la directora de carrera en Santiago, Dra. Ingrid Díaz; los Secretarios de Estudio de los campus El Llano Subercaseaux y Providencia, Sebastián Hope y Hernán López, respectivamente; docentes e investigadores.
El abogado formado en la Universidad Autónoma de Chile es capaz de proponer estrategias elementales de solución de orden jurídico; aplicar técnicas fundamentales de representación legal; proponer soluciones alternativas fundamentales a los conflictos jurídicos, y desarrollar investigaciones aplicando los elementos fundamentales de la metodología científica y medios tecnológicos.