“Una aplicación que te permite reciclar desde la comodidad de tu hogar, reduciendo la huella de carbono y generando un retorno financiero en el proceso”. Ese es el lema que se lee en el sitio web del proyecto “Recicleitor”, una iniciativa desarrollada por estudiantes de la Universidad Autónoma de Chile en el año 2023.

Todo comenzó en la cátedra de Innovación Social de la carrera de Trabajo Social en la sede Talca, como una solución a la problemática del reciclaje de plásticos provenientes de la agricultura en la comunidad de Corinto, comuna de Pencahue en la región del Maule. Luego, en 2024, el proyecto pasó a ser parte del Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible (IIDS) de la universidad, dando un giro hacia un enfoque digital más amplio. Así nació la idea de una plataforma de reciclaje basada en un modelo de delivery, en la que hogares, empresas recicladoras y mensajeros participen en un sistema que genere beneficios económicos transversales y fomente la economía circular.

El último avance del proyecto se consiguió en el segundo semestre del 2024, cuando se creó Recicleitor SPA, estableciendo formalmente la empresa que gestionará la plataforma y garantizará su sostenibilidad a largo plazo.

Son cinco los estudiantes de pregrado de la Universidad Autónoma de Chile que tienen una participación activa en el proyecto: Javier Molina, estudiante de Psicología; Juan Pozo, estudiante de Ingeniería Informática; Jorge Reyes y José Tomás Rojas, estudiantes de Trabajo Social; y Juan Jara, estudiante de Ingeniería Comercial, todos de la sede Talca. “Cada integrante contribuye con su experiencia y conocimientos específicos, abordando aspectos tecnológicos, sociales, psicológicos y de gestión para garantizar la viabilidad y el impacto del proyecto”, explica José Tomás Rojas.

En cuanto a la App que están desarrollando, el diseño se inspira en casos exitosos como SGRecycle de Singapur, utilizando tecnología como inteligencia artificial y precios dinámicos según el mercado. Además, fomenta alianzas estratégicas con empresas y la comunidad local, asegurando su escalabilidad.

“Actualmente, el equipo ha desarrollado un prototipo funcional que incluye las principales características del proyecto. Sin embargo, el desarrollo continúa en la etapa de pruebas y ajustes, esperando trabajar en el futuro con comunidades y empresas recicladoras para validar la funcionalidad de la plataforma y garantizar que cumpla con las necesidades identificadas. El objetivo es asegurar que la aplicación esté lista para un despliegue exitoso en el futuro cercano”, comenta José Tomás Rojas.

Para el crecimiento de este proyecto ha sido fundamental el apoyo de la Universidad Autónoma, a través de su Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL), proporcionando apoyo en diversas áreas estratégicas. “Por un lado, nos brindó asesoría en Propiedad Intelectual, orientando al equipo en la protección de derechos de autor y en la gestión de posibles patentes, asegurando que los desarrollos tecnológicos del proyecto estén debidamente resguardados”, cuenta Rojas.

A su vez, la OTL también los apoyó con la gestión de financiamiento, tanto interno como externo, y capacitación en innovación, transferencia tecnológica, herramientas sobre comunicación de proyectos y emprendimiento.

Por último, y si bien el equipo buscará transformar la gestión de residuos desde Talca, tienen la meta de expandirse a otras regiones. Al respecto, el académico Marcos Cereceda, quien además dirige el proyecto y supervisa su desarrollo metodológico, señala que Recicleitor “es un ejemplo contundente de cómo la innovación social puede surgir desde las aulas y transformarse en soluciones reales para problemas locales con impacto global”.

En la misma línea, recalca que “como profesores, nos llena de ilusión ver que desde nuestros esfuerzos como docentes se gesten este tipo de proyecto disruptivos. Desde la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma seguiremos dando cobijo, apoyo e impulso a equipos y proyectos integrados por jóvenes investigadores de diferentes carreras, que tengan un claro impacto social”.

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