En una actividad académica reciente, estudiantes de la carrera de Psicología, en conjunto con sus docentes, Catherine Aravena, Margarita Posada y Jurgen Schwarzenberg, presentaron un análisis detallado sobre el impacto psicológico de la pandemia en las diferentes etapas del desarrollo vital. Esta actividad, que tuvo lugar en la Universidad Autónoma de Chile, reunió a la comunidad académica para debatir sobre las consecuencias que la crisis sanitaria ha tenido en la salud mental y el desarrollo emocional de las personas, desde la niñez hasta la vejez.
La actividad se centró en los cambios y desafíos que la pandemia de COVID-19 ha impuesto en cada etapa de la vida, considerando los efectos en áreas clave del desarrollo, como la socialización, la salud mental y el rendimiento académico o laboral. Las presentaciones de los estudiantes, guiadas por sus profesores, abarcaron un enfoque integral para abordar cómo estos desafíos han influido en la vida cotidiana y en el bienestar psicológico.
Los temas discutidos incluyeron los efectos del confinamiento y el aislamiento social en niños y adolescentes, el aumento del estrés y la ansiedad en adultos jóvenes, la soledad en adultos mayores y el proceso del duelo. Además, se hizo un análisis de cómo los cambios en la dinámica familiar y en el entorno laboral han afectado a las diferentes generaciones.
Margarita Posada, docente de la carrera de psicología, afirma que “ es importante que los estudiantes tengan un escenario en el cual puedan hacer una aproximación de lo que han indagado, comparando tanto datos de investigaciones publicadas como de acercamientos a personas reales y hacer la contrastación entre los dos mundos”
Los estudiantes presentaron diversos aspectos del desarrollo vital afectados por la pandemia:
Catherine Aravena, unas de las profesoras partícipes de esta actividad, comenta que “la idea principal era que nuestros estudiantes fueran protagonistas y también como profesionales en formación pudieran revisar esta temática qué les va a influir también, sobre todo pensando en los procesos que ellos pudieran llevar más adelante como profesionales.
Los participantes concluyeron que, si bien la pandemia ha afectado de manera diferente a cada etapa del desarrollo vital, existen factores comunes que han incrementado los problemas de salud mental en todas las generaciones. El estrés, la ansiedad y la depresión se han visto en aumento, lo que resalta la necesidad de una respuesta integral que contemple el bienestar psicológico como una prioridad.
Los docentes enfatizaron la importancia de implementar estrategias de intervención específicas para cada etapa de desarrollo, con el fin de mitigar los efectos a largo plazo. También se discutió la relevancia de fortalecer los programas de salud mental en instituciones educativas y organizaciones, para ofrecer apoyo continuo en este período de recuperación.