Terremoto norte ChileSi hay algo que diferencia a los sismos de otros fenómenos naturales es la imposibilidad de predecirlos. Los notables avances en el desarrollo tecnológico y la investigación científica en materia geológica, aún no son suficientes para evadir el factor sorpresa.

Si a ello se suma una elevada intensidad, como la del 27F o esta semana en el norte del país, entonces el terremoto se convierte casi en forma inevitable en un evento traumático para la población, además de destructivo.

Corta de golpe las rutinas individuales por un tiempo imposible de determinar: desde el dormir y obtener los suministros básicos, hasta el sentido de la vida misma. Genera fuertes sensaciones de indefensión y ansiedad, así como incertidumbre cognitiva, y las réplicas no hacen sino revivir el trauma inicial.

Las investigaciones científicas sugieren, sin embargo, que frente a los desastres naturales las respuestas de sus sobrevivientes suelen ser muy distintas entre sí en la medida que cada sujeto le asigna un sentido diferente para adaptarse. Aflora entonces lo que expertos denominas como estrés postraumático.

“Tras un gran movimiento sísmico como el ocurrido esta semana puede hablarse de una pequeña exposición emocional de la persona, que le ha significado a la persona poner todas sus capacidades personales para salir de esa emergencia”, asegura el docente de la Universidad Autónoma de Chile y magíster en Psicología Aplicada Víctor Cabrera.

Se estima que una de cada siete personas manifiesta síntomas recurrentes que se convierten en crónicos, incluso tres meses después de ocurrida la tragedia: insomnio, crisis de pánico o tendencias suicidas. Es el estrés postraumático.

“Esto tiene que ver mucho con el entrenamiento en situaciones de emergencia y con cómo vamos preparando a la gente para enfrentar situaciones de estrés en forma adecuada”.

A diferencia del megaevento del 27F que fue intempestivo, el ocurrido esta semana fue precedido por una serie de temblores de mediana intensidad, por lo que la comunidad estaba más preparada para evacuar y manejar las primeras horas posteriores al movimiento grado 8,2.

Sin embargo, es probable que las emociones en los individuos se extiendan mientras perduren las réplicas, la situación de catástrofe y las dificultades para retomar las actividades domésticas y productivas.

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