De cibernética a yoga de la risa; de idiomas a controversias vecinales. Así de amplia y atractiva es la oferta de la escuela de temporada de la Universidad Autónoma de Chile, que comenzó este lunes en Santiago con más de un millar de inscritos.
Escolares, alumnos de educación superior, profesionales y dueñas de casa, asisten a los más de 40 cursos gratuitos y certificados a cargo de profesores de destacada trayectoria académica y profesional.
Unos lo hacen motivados en conocer una nueva área. Otros, para complementar lo que ya saben o tan solo para mejorar algunos aspectos de su vida cotidiana. Todos, finalmente, buscan aprovechar su tiempo libre en aprender algo más sobre negocios, salud, educación, leyes, sociedad, arquitectura o simplemente relajarse.
Al terminar la primera sesión de “Plan de negocios básico: emprendimiento”, Carla Elizondo busca actualizar los conocimientos en su profesión y perfeccionar su innovadora idea de negocio.
De la Escuela Verano se enteró a través de su pareja, que estudió en la Facultad de Administración y Negocios. Ingeniera en Turismo, junto a dos amigas creará una consultora en servicios de alojamientos turísticos.
El proyecto está en papel, pero el entusiasmo para concretarla parece ser inagotable. “Es un tema relativamente nuevo. Queremos informarnos más para no olvidar algún detalle. Quiero refrescar un poco lo que aprendí y siempre hay conceptos nuevos que pueden aportar a este emprendimiento”.
Juan Pablo Ampuero está en tercer año de Diseño Gráfico y lo que está aprendiendo en el curso “Nociones básicas de robótica y cibernética” le entregará más herramientas para sus estudios y para el ejercicio de su futura profesión.
“Los principios de la cibernética es la base de todo lo que uno hace porque, como dijo el profesor en la presentación, es comunicación y control, acción y reacción. Creo que estas materias me aportarán conocimientos para crear modelos digitales, ahora como alumno o más adelante como profesional”.
Ambos coincidieron en algo fundamental: las oportunidades hay que tomarlas y aprovecharlas, más todavía cuando son sin costo, están lideradas por académicos universitarios y terminan con un certificado oficial de asistencia.