El concurso Desafío Net Zero 2030, realizado el año pasado, convocó a 34 equipos de estudiantes de carreras relacionadas con la construcción de 14 universidades del país. El objetivo: diseñar un prototipo de vivienda innovadora en consumo neto de energía, en emisiones netas de CO2, industrialización y economía circular.

Cinco equipos llegaron a la final realizada en Temuco: dos de la Universidad del Desarrollo, dos de la Universidad Católica, y uno de la Universidad Autónoma de Chile que obtuvo el primer lugar.

Los estudiantes de Arquitectura y de Ingeniería en Construcción Sebastian Maureira, Cristóbal Torres, Enzo Arriagada, Joaquín Conejeros y Carlo Melo, dirigidos por el profesor Dr. Juan Carlos Cárdenas, presentaron el proyecto “Casa Ágora”, tras 7 meses de intenso trabajo.

Cristóbal explica que “busca desarrollar, con los recursos destinados a viviendas sociales, un domicilio de alta eficiencia energética y que en su proceso el impacto al medio ambiente sea mínimo”.

El prototipo se basa en las denominadas passive house. “Esto significa que la envolvente, la aislación y las ventanas deben permitir el menor intercambio térmico posible. La casa se calentará con muy poca energía en invierno, y se enfriará con menos energía en verano, ya que será mucho más hermética. Esta baja energía es posible obtenerla de paneles solares”.

Considera muros de alto desempeño térmico, 250mm de aislación térmica y una doble piel de policarbonato que actúa como amortiguador de la onda térmica evitando el sobrecalentamiento de la vivienda.

Utiliza además un recuperador de calor y aire acondicionado que suministra calefacción y refrigeración.

Respecto de la importancia de la eficiencia energética domiciliaria, Cristóbal sostiene que “es importante abordar los problemas desde la raíz. Hoy se habla poco o no se está consciente de la cantidad de recursos que se derrochan diariamente en una vivienda “tradicional” en comparación con los ahorros que podría significar una vivienda de alta eficiencia”.

La mayoría de las viviendas en Chile, añade, está lejos de ser eficientes en su uso de energía. “Podríamos buscar maneras de sostener este gasto con otros elementos de generación. Debemos trabajar en las envolventes de los domicilios”.

Cristóbal y el resto del equipo, junto al Dr. Juan Pablo Cárdenas, viajaron en mayo pasado a la Universidad de Nottingham, Reino Unido, donde entre otras actividades recorrieron las dependencias del proyecto Energy House.

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