No cabe duda que diciembre es uno de los meses en que las familias incurren en la mayor cantidad de gastos asociados a las festividades de fin de año: Navidad y Año Nuevo. Quizás lo más complejo de esto sea enfrentar estos mayores gastos sin estar debidamente presupuestados por el grupo familiar, lo que trae consigo más de un dolor de cabeza.

Ante la inminente problemática de consumo, las recetas para sortear este periodo son muchas y variadas – siendo en su mayoría poco eficaces- ya que no representan una ayuda real dado que en el ámbito financiero el afrontar estos gastos en forma urgente, apresurada y sin ninguna planificación, generalmente desemboca en una decisión de insospechados alcances. Más aún, si consideramos que una de las soluciones que asoman con mayor frecuencia son los habituales “créditos de consumo”, que terminan siendo un arma de doble filo, algo así como apagar un incendio con bencina, si no se consideran sus consecuencias.

Frente a este escenario, el economista e investigador asociado al Centro de Estudios y Gestión Social (CEGES) de la Universidad Autónoma de Chile, Dr. Guillermo Riquelme, señalo que “los créditos más utilizados por los chilenos tienen relación con aquellos inferiores a $1.315.600 (50 UF). No obstante, por este tipo de financiamiento se puede llegar a pagar una tasa de interés de hasta 36,72% anual – tasa máxima convencional-  es decir, sobre el 3% mensual, lo que sin duda es un factor a tener en cuenta al momento de elegir esta opción”.riquelme ok

El economista agregó que “las cuotas comúnmente se pagan junto a deudas anteriores y gastos corrientes del hogar, lo cual hace muy probable caer en morosidad, que consecuentemente implica mayores gastos por intereses y cobranzas, haciendo de los créditos un instrumento vicioso y, en muchos casos, siniestroso para las personas”.

Recomendaciones

De acuerdo a lo señalado por el Dr. Riquelme, lo adecuado en finanzas personales y familiares es la planificación presupuestaria de los ingresos y gastos. “Esto es proyectar a final de cada año los flujos netos financieros -ingresos y egresos- del próximo año, los que generalmente guardan relación con las decisiones y acciones que las personas toman y emprenden en cuanto a lo que van a consumir y lo que van a producir”, puntualizó el investigador del CEGES de la U. Autónoma de Chile.

Pero, ¿qué se puede hacer en lo inmediato? “Bueno como en toda problemática financiera de muy corto plazo hay que buscar alternativas que permitan cubrir los gastos presentes con el menor impacto posible en los flujos futuros. Sin duda, la mejor alternativa es recurrir a recursos propios como el ahorro o la liquidación de algún activo familiar (venta de algún bien) que permita afrontar los pagos sin un perjuicio futuro. Si no se cuenta con fondos propios, inevitablemente habrá que recurrir a fondos ajenos a través del crédito financiero y/o comercial. En este caso es recomendable aprovechar aquellas instancias en que es posible pagar en 3 ó 6 cuotas a precio contado, dependiendo del tipo de crédito e institución financiera”, señaló Riquelme.

Finalmente, aseveró que “lo importante es que la persona cumpla cabalmente con los pagos pactados y no recurra al pago parcial – ago mínimo- que provoca que el crédito rotativo, aquel no cancelado en el vencimiento respectivo, se encarezca vía intereses y se acumule una deuda que al final se hace imposible pagar”.

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