«EcoAventura: Ciclo del Agua» es un juego de mesa educativo que invita a los participantes a un viaje interactivo para explorar el ciclo del agua y su relación con el cambio climático.

El proyecto fue desarrollado en el marco del programa de Cultura Científica «Ciudadanía Científica», a través del concurso “+Comunica2” del Centro de Comunicación de las Ciencias de la Universidad Autónoma. Este instrumento busca fomentar la creación de iniciativas de divulgación y comunicación científica, entregando apoyo financiero a grupos de investigación de dicha casa de estudios para el desarrollo de productos en diversos formatos, como publicaciones editoriales, audiovisuales, animaciones, juegos, videojuegos, aplicaciones y obras escénicas, entre otros.

El Dr. Luis Morales, director del proyecto e investigador del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad Autónoma de Chile, destaca la importancia de esta iniciativa: “Educar sobre el ciclo del agua mediante un enfoque lúdico e interactivo es fundamental, porque permite un aprendizaje más significativo, accesible y atractivo, especialmente para niños y jóvenes”, explica.

Sobre EcoAventura, el Dr. Morales enfatiza que “la combinación de diversión, estrategia y conocimiento científico lo convierte en una herramienta poderosa para inspirar conciencia ambiental y fomentar un aprendizaje significativo en las nuevas generaciones, a través de retos y preguntas educativas”.

En la misma línea, el académico también destaca el valor pedagógico del juego: “Las actividades prácticas y visuales favorecen la comprensión profunda de conceptos como evaporación, condensación, precipitación e infiltración, evitando la simple memorización. Además, fomentan la curiosidad y el pensamiento crítico al invitar a los participantes a formular preguntas, hacer hipótesis y explorar fenómenos naturales de manera autónoma”.

El juego fue ideado por los académicos de la Universidad Autónoma Ricardo Castro, Carolina Parra y Luis Morales, quienes desarrollaron la propuesta que posteriormente recibió financiamiento del Centro de Comunicación de las Ciencias. Como resultado, se produjeron 120 ediciones del juego, que fueron distribuidas en el Complejo Educacional Maule, donde estudiantes de 5º y 6º básico participaron en su evaluación de jugabilidad. Además, el juego fue exhibido en un stand durante una feria científica en el Liceo Bicentenario de Excelencia Santa Marta, en Talca. “Creemos que la educación ambiental hace que el conocimiento sea más accesible y atractivo para diferentes públicos, desde niños hasta adultos, generando un impacto positivo a largo plazo en la manera en que las personas perciben y cuidan su entorno”, dijo el académico.

En relación al futuro de este proyecto, «Estamos pensando buscar nuevas fuentes de financiamiento para expandir y mejorar la propuesta», puntualizó Morales.

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