Cuando jubiló como enfermera, María Cristina Cruz Valdés se propuso seguir una activa vida comunitaria. Y así, siguiendo su afición de infancia por el teatro, se integró al taller de Jacqueline Boudon y más tarde al Club de Adulto Mayor El Telón de Providencia, del que hoy es presidenta.
Junto a sus compañeros de elenco, ha realizado numerosas presentaciones. La última ante más de 200 espectadores en el Auditorio de la Universidad Autónoma de Chile en Santiago, con una notable adaptación de “La casa de Bernarda Alba”, de Federico García Lorca.
“Todos los años presentamos tres o cuatro obras distintas y creo que esta fue muy buena”, explicó apenas finalizada la presentación.
Sobre el escenario se siente “plena y feliz”. “El actor saca todas las emociones que tiene guardadas; saca nuevas personalidades y desparecen los temores, los miedos y las vergüenzas. Lo importante es identificarse con el personaje, representarlo y sacar la energía que ellos presentan.”
Su afición por las tablas no es casual; tampoco sus cualidades de liderazgo. “Desde niña participaba en representaciones en mi casa, como en cumpleaños, y en el liceo participé en muchas actividades culturales. Además, siempre fui presidenta de todo, siempre muy activa”.
Ese mismo interés por lo comunitario la motivó a integrar también el Consejo Comunal de Organizaciones de la Sociedad Civil de Providencia, municipio que los ha apoyado con fondos concursables para la adquisición de utilerías, vestuario e iluminación, entre otros insumos.
Para María Cristina Cruz Valdés el Club de Adulto Mayor El Telón es además un instrumento para el envejecimiento activo, favoreciendo una buena calidad de vida física, mental y social de sus integrantes.
“Es muy lindo participar. Uno entremedio comparte historias, relata problemas de su vida personal, lloramos juntas y celebramos juntas. Siento que nos hace más humanos, más grupo, más personas”.