El 25 de septiembre de este año se inauguró el primer Centro de Salud Mental de la comuna de San Miguel. Sin embargo, catorce años antes, en 2010, la Universidad Autónoma de Chile ya había formado la Clínica de Atención Psicológica de San Miguel, la cual busca descongestionar la enorme demanda que se vive en los centros de salud pública, y también, entregar herramientas en tiempo real a los estudiantes de psicología que realizan su práctica profesional allí.

La Universidad Autónoma tiene como misión educativa el desarrollo de profesionales comprometidos con la vinculación del medio y el progreso de la sociedad y esto es precisamente lo que define a este establecimiento médico: recibe pacientes derivados de la comuna, de todas las edades e instituciones educativas, a quienes se les atiende sin un costo asociado.

Este centro docente-asistencial también es parte de la Red de Centros de Atención Psicológica Universitarios (CAPU), que junto a otras ocho universidades privadas suman esfuerzos para ser un apoyo en un tema tan sensible para la ciudadanía.

Sobre el propósito del Centro de Atención Psicológica de la Universidad Autónoma en San Miguel, su director, Dr. Carlos Zamora, explica que busca ser un “referente en el área de la psicología clínica, que realiza formación inicial, perfeccionamiento y producción de conocimiento de alta calidad. Además, recibimos pacientes derivados de muchas instituciones educativas y organizaciones no gubernamentales de la zona sur de Santiago. La Clínica busca contribuir a la salud mental de las comunas aledañas al Campus El Llano – Subercaseaux”.

Por otro lado y en lo que concierne al roce social de los estudiantes que están haciendo su práctica con los pacientes, el director Zamora explica que se ven potenciados en tres dimensiones: “una relacionada con la experiencia que narran en cuanto a lo desafiante y satisfactorio que resultó para ellos la experiencia de poder someter sus conocimientos a tensión y poder salir adelante recurriendo a sus capacidades. La segunda dimensión tiene que ver con las relaciones con los pacientes que tuvieron que atender durante su estadía, pues conlleva realizar trabajos de tipo terapéutico, lo que describen como experiencias muy relevantes por el vínculo, el apoyo, la intervención, el impacto, etc. Por último, la tercera dimensión, conecta la experiencia tenida por los practicantes con su proyección laboral en el área clínica de la psicología, teniendo un acercamiento limitado, pero cercano y vivencial al ejercicio pleno de la profesión, de frente a una persona”, sostuvo.

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Finalmente, y sobre la Red CAPU -que ya cumplió tres años y tiene 11 centros adscritos- el Dr. Carlos Zamora, enfatiza que “esta red se aboca a tres áreas: apoyo en la derivación de pacientes, especialmente de practicantes de psicología; Desarrollar estrategias para mejorar la formación de profesionales en las clínicas psicológicas universitarias; y visibilizar colectivamente la cobertura de atención en salud mental que realizamos, resaltando nuestro aporte a la salud pública, siendo instituciones privadas. A futuro esperamos crecer en el proceso, incorporando a más centros y siendo parte de los debates de la formación de profesionales psicólogos en clínica”.

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