IMG_8582Uno de los lugares más antiguos de la ciudad de Temuco, es sin duda, el populoso barrio Estación y Feria Pinto. Este nació de la mano con la fundación de la ciudad y la llegada del ferrocarril, convirtiéndose en el espacio de vinculación del campo con la ciudad.

Estos son dos de los lugares más antiguos y típicos de la ciudad, los cuales datan de fines del siglo XIX, tras la aprobación en 1892 del primer Plan Regulador de Temuco.

Este barrio encierra algo que va más allá de su peculiar estructura patrimonial, ya que fue este lugar el que cobijó a Pablo Neruda hasta su adolescencia y donde la presencia mapuche se deja sentir en cada rincón, dejando una huella de nostalgia en cada una de las personas que transitan. Allí el tiempo parece haberse detenido de golpe, como señala la decana de la Facultad de Arquitectura y Construcción de la Universidad Autónoma de Chile, Paz Serra.

«Precisamente en este lugar, marcado por la presencia de diversos productos del campo y donde cada día llegan centenares de campesinos de diversas comunidades mapuche a vender e intercambiar su producción agropecuaria, fue el elegido para realizar esta semana una particular clase patrimonial, la que forma parte de un diplomado que está desarrollando el Instituto de Estudios del Habitat», precisó la Decana.

Al respecto, el magíster en historia y docente de este diplomado en Gestión Territorial del Patrimonio, Cristián Rodriguez, manifestó que sabiendo las características que tiene la Feria Pinto se decidió por enseñar en terreno a sus alumnos. Muchos de ellos provienen también de otras ciudades como Puerto Montt o San José de la Mariquina. “Este es un excelente lugar para aprender sobre patrimonio material e inmaterial, recorriendo y viendo la infinidad de inmuebles y productos, personajes, olores y colores de una de las ferias más importantes del sur de Chile”, dijo.

IMG_0091Por otro lado, el profesor e investigador mapuche que forma parte del equipo de docentes, Juan Ñanculef, dio a conocer a los alumnos el significado que tiene este lugar para comprender la vinculación del campo con la ciudad, esto a través de diversas tradiciones ancestrales que todavía se pueden apreciar en este rincón de Temuco.

Cabe precisar que, además, se realizó un recorrido por gran parte del barrio estación, mostrando el valor que tiene la arquitectura del lugar y dialogando con los campesinos. Este comenzó en la estación de ferrocarriles, donde se puso en valor la importancia que tuvo el tren en los orígenes de la ciudad de Temuco.

Después la delegación continuó por el edificio Marsano, donde se observó detenidamente su arquitectura, testimonio del esplendor que tuvo la ciudad a principio del siglo XX. Posteriormente, los jóvenes visitaron la Feria Pinto en su extensión, sus locales y negocios que no han perdido vigencia en nuestros días, como la talabartería Doñiguana.

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