Un total de 56 alumnos de la carrera de Pedagogía en Educación Física de la Universidad Autónoma de Chile en Talca participaron de la tradicional ceremonia de investidura, hecho que marca también el inicio del período de prácticas profesionales para estos estudiantes.
La ceremonia se realizó en el Aula Magna de la institución y contó con la presencia de autoridades universitarias, los alumnos y sus familias, quienes presenciaron con mucha emoción cómo sus pupilos recibieron simbólicamente la piocha con su nombre que acredita que han cumplido gran parte de su carrera universitaria.
El Vicedecano de Educación de la Universidad y director de la carrera, Magíster Alejandro Almonacid, explicó que esta ceremonia es bastante significativa porque durante los cuatro años de formación que llevan han finalizado exitosamente el plan de estudios.
“Están en su etapa final, etapa que significa para nosotros algo bien especial porque el año 2013 comenzó el rediseño de la carrera, con un nuevo plan de estudios que comenzó a implementarse en conjunto con el resto de las carreras en las otras sedes a través de la Facultad de Educación, producto de la acreditación de cinco años que tuvimos el año 2012. Han sido nuevos planes, nuevos programas, con un currículo mucho más enfocado a la cuestión pedagógica, a cómo ellos se van acercando progresiva y paulatinamente al sistema escolar, y hoy están instalados, después de su práctica profesional en enseñanza básica, en sus prácticas en enseñanza media”, destacó el directivo.
Los estudiantes están, paralelamente, en sus procesos de seminario de grado, es decir, los trabajos investigativos que les permitirán obtener el grado de licenciado. Por eso, los investidos en esta ceremonia no ocultaron su alegría y satisfacción por el momento y por lo que significa estar ad portas de obtener sus títulos profesionales.
Igualmente, para los familiares de los estudiantes resultó un momento muy emotivo por el sacrificio que implica todo el proceso de formación. “Lo que quisimos fue compartir con ellos estas vivencias de cuatro años de formación, compartir con la familia, con los papás, con los apoderados, con quienes han hecho la inversión, porque hoy tener un hijo profesional es un gran orgullo para cualquier familia”, destacó Almonacid.