¿Qué es el IDERE?

Índice de Desarrollo Regional

Dimensiones y variables

Para la medición de desarrollo regional en Chile, el IDERE empleó una rigurosa metodología que culminó con la identificación de 7 dimensiones claves para el bienestar de la población. Estas son:

    educacion

    Educación

    Se concibe como la capacidad de los habitantes de una región para acceder a una educación de calidad, que promueva el conocimiento, la cultura y amplíe el rango de oportunidades para la vida adulta. Por ende, se consideran variables de cobertura y calidad en educación preescolar, primaria, secundaria y superior.

    salud

    Salud

    Se entiende como la capacidad de la población de disfrutar de una vida duradera y saludable, tanto desde el punto de vista físico como mental. Para ello se emplean variables tanto de cobertura como de calidad en salud.

    bienestar economico

    Bienestar Socioeconómico

    Concebido como la capacidad de acceso a ciertos estándares que aseguren una buena calidad de vida. Aquí, se consideran variables relativas a pobreza, ingresos y calidad de la vivienda. Si bien una gran parte de las variables del IDERE están relacionadas con el concepto de bienestar socioeconómico (especialmente las de salud y educación), estas se han constituido como dimensiones independientes dada su relevancia.

    actividad economica

    Actividad Económica

    Entendido como la posibilidad de los habitantes de una región para vivir en un entorno cuya economía sea sana y estable, que promueva oportunidades laborales y mejoras salariales. Ello con el objeto de permitirles optar a bienes y servicios mínimos que aseguren un estándar en su calidad de vida. 

    conectividad

    Conectividad

    Se concibe como la capacidad de vivir en un espacio geográfico debidamente conectado, tanto de manera física como virtual, de modo que favorezca el acceso a más oportunidades, servicios y bienes. En consecuencia, se consideran variables relacionadas con conectividad telefónica, de internet y de caminos y carreteras.

    seguridad

    Seguridad

    Entendido como la capacidad que tiene la población de una región para vivir en un entorno seguro y confiable.

    sustentabilidad

    Sustentabilidad y Medioambiente

    Entendida como la posibilidad que tienen los habitantes de una región para vivir en un contexto que permita satisfacer sus necesidades actuales, sin comprometer las de las futuras generaciones. Esto implica mantener una relación armónica entre desarrollo y medioambiente, para que el bienestar de la población sea sostenible en el tiempo.

Las 7 dimensiones expuestas reúnen un total de 32 variables

Ver tabla

Criterios de selección cuantitativos

La información recolectada debe ser coherente:

1.- A lo largo del tiempo cuando se trata de una misma unidad de análisis.

2.- Entre unidades de análisis (regiones) en un mismo año.

Para ello, se construyeron matrices 2009–2014 de las 67 variables seleccionadas, donde se pudo observar aquellas variables que presentaban comportamientos anómalos.

Una vez solventada la coherencia estadística, los indicadores seleccionados deben mostrar rendimientos con cierto nivel de diferenciación entre las unidades de análisis, ello a fin de no medir futuras variables con comportamientos muy estables para todas las regiones en un mismo año. Por ello, se optó por prescindir de indicadores que tuvieran diferenciaciones menores a 5% entre todas las regiones para cada uno de los años del periodo 2009–2014.

El objetivo de esta técnica es agrupar la información dispuesta en un conjunto de variables por medio de componentes principales Intercorrelacionados entre sí.

Para su construcción, se tiene en cuenta las características comunes y la especificidad de cada una de las variables. La medida a utilizar (y que dará cuenta de las relaciones) es la propia varianza de los factores, que mediante su interpretación permite determinar:

a) Dimensiones subyacentes.

b) Importancia relativa de variables.

c) Variables que pueden ser extraídas sin afectar la composición del modelo.

Cada variable fue normalizada a una ratio entre 0 y 1 mediante el método min-máx. y luego fue ajustada por desigualdad a través de la medida de inequidad de Atkinson.

La agregación de variables a cada dimensión fue de manera aritmética (cada una con peso o participación equivalente), mientras que la agregación de dimensiones al IDERE final fue geométrica. Originalmente, los pesos de cada una respondieron a la moda observada en las respuestas de una segunda consulta a expertos mediante encuesta en línea.

Posteriormente, la ponderación se ajustó para permitir la incorporación de la dimensión “Sustentabilidad y Medio Ambiente”, respetando la proporcionalidad de los pesos originales.

Así, la ponderación de cada dimensión es la siguiente:

  • Educación, 17,5%
  • Salud, 17,5%
  • Bienestar Socioeconómico, 17,5%
  • Actividad Económica, 17,5%
  • Conectividad, 10%
  • Seguridad, 10%
  • Sustentabilidad y Medio Ambiente, 10%.

Por último, el IDERE trabaja con una selección de variables provenientes de fuentes oficiales, siguiendo rigurosamente la metodología mencionada. Este índice se calcula con la información disponible hasta aproximadamente seis meses antes de la publicación del informe y los datos faltantes se estiman mediante regresiones lineales. En este contexto, el Índice experimenta cambios en parte de sus registros históricos cada vez que existe nueva información oficial. Esto afecta particularmente a:

  • Variables sobre las cuales no existe registro todos los años, como las que provienen de CASEN. Para el futuro cálculo del IDERE se contará con nueva información proveniente de dicha encuesta lo que, inevitablemente, influirá en ajustar la estimación en base a regresiones lineales para los años en que no existe medición.
  • Variables con las que no se cuenta con el último año/dato previo a la publicación del índice. En estos casos, el dato del último año es imputado, que será reemplazado en las futuras publicaciones con el dato real cuando así corresponda.

Criterios de selección cualitativos

Los indicadores seleccionados deben ser coherentes y relevantes con la definición de desarrollo regional a la cual se adscribe esta investigación.

Las fuentes de información deben ser confiables y no responder a intereses institucionales de ningún tipo.

En consecuencia, se tomó la decisión de utilizar sólo fuentes oficiales del Estado de Chile, sin excepción alguna. Se excluyen entonces aquellas fuentes de información secundaria (sin importar su pertinencia) provenientes de universidades, centros de estudios u opinión, institutos, corporaciones, gremios, fundaciones y otros.

La información debe ser pública, de fácil acceso y expuesta de manera clara, a fin de evitar errores de interpretación. Por ende, se optó por bases de datos en línea de organismos del Estado de Chile e información reunida a través de solicitudes vía Ley de Transparencia.

La información seleccionada debe, por una parte, reflejar una realidad reciente (o cercana al año de recolección de datos) y, por otra, tener una periodicidad anual, bianual o, como máximo, trianual. Tanto para periodicidades bianaules como trianuales, se debe contar con al menos tres mediciones anteriores, con el objeto de estimar los valores perdidos mediante regresiones lineales.

La información debe estar disponible a nivel regional (o al menos se debe poder componer a esta escala) para todas las regiones del país con el objeto de realizar comparaciones horizontales.

La información reunida debe mostrar resultados concretos y observables, determinados ya sea por esfuerzos públicos y/o privados.

Se optó por considerar sólo datos objetivos, excluyendo variables relativas a percepción ciudadana, debido al impacto que producen algunas situaciones puntuales o hechos mediáticos en la opinión pública sin necesariamente correlacionarse con trayectorias de información objetiva asociadas a tales eventos.


Síntesis metodológica

Considerando el concepto de desarrollo regional ya definido se procedió a establecieron cuatro grandes etapas para la posible incorporación de variables y dimensiones en el IDERE

● Revisión de bibliografía que amplía el abanico de dimensiones y variables a considerar, entre ellas las discutidas por Nussbaum (2003), Alkire (2010), Pagliani (2010), Neumayer (2010), Graham (2010), Cheibub (2010) y Burd Sharps et al. (2010).

● Análisis de otros informes e índices de características similares, como el Informe Latinoamericano de Pobreza y Desigualdad (RIMISP, 2014), el Índice de Calidad de Vida Urbana (Orellana, 2015) y los índices de competitividad regional (SUBDERE, 2009) y comunal (SUBDERE, 2013).

● Revisión de información estadística disponible en el país.

● Consulta a 62 expertos en la materia, especializados en la realidad de Chile y sus regiones.

Este proceso incluyó la preselección de 164 posibles variables en 8 dimensiones. Luego, en base a las recomendaciones para la construcción de índices compuestos de OCDE (2008), EUROSTAT (2011) y FMI (2012), además de la literatura revisada de otros índices de arquitecturas similares al IDERE, se determinó que cada indicador debía cumplir con 10 criterios metodológicos (7 cualitativos, 3 cuantitativos) para garantizar los estándares mínimos de calidad, sobre los cuales posteriormente se construyeron las respectivas variables y dimensiones. A continuación, se presentan los criterios metodológicos:

Proyectos asociados

El Índice de Desarrollo Regional tiene su origen a partir del proyecto FONDECYT de Iniciación (ANID) N° 11160991. A partir de sus publicaciones previas (2016, 2017 y 2019), se han desprendido diversas agendas de trabajo, destacando dos: por un lado, la proyección de alcance internacional del índice y, por otro, el acercamiento de este a los instrumentos de gestión territorial.

Proyección internacional
Apoyo a la gestión territorial